ESQUELA LUNAR
ESQUELA LUNAR

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TIERRA EN EL VIENTO
Autor Miguel Esteban Martínez García
LUGAR: MIRADOR DEL HENARES, GUADALAJARA ESPAÑA
I.TRILLA MI IDEA:
Canta mi cuclillo canta,
picotea en mi cabeza,
entra al silo de mi idea,
donde telarañas
coagulan mis pensamientos,
abre esta puerta hacia mi oscuridad,
allí donde negros ratones
cobijan con fijos ojos
mi sueño sin desempolvar,
me conduje por escalas
donde colgaban brillantes ojos
sin pestañear,
arriba donde se acumulaban los sacos,
un murciélago despertaba,
era como una sombra que flotaba
entre llenos agujeros de aire,
sombra con alas,
la guadaña estaba recta
pareciera que me esperara,
la trilla afilada,
era nueva de esta primavera
el grano no vio su oficio,
respirad este olor a trigo muerto,
habitantes de mi silo,
hasta la araña teje con tesón
su geométrica hambre,
pardas motas salpican las paredes
por las que corre pegada la salamanquesa,
grietas vivas por este frío infernal,
arriba la sangre parecía evaporarse,
sólo quedaba yo
y esa sombra colgada del techo.
El Castellano
II.LILIT:
Hija de la noche así te llamo
un sabor digno del amaranto
que la luna encierra tu canto
entre oscuros reclamos te vistes de encanto
los grillos lloran tu nombre
en esfera de azabache te haces certera
el viento es tu incipiente respiro
incesante, desvencijado halo de sangre
despiertas por el latido que llora tu nombre
por el que la polilla es reina de la estrella
ese que plañía la noche
cuando la sombra se hace eterna
gimes en las fuentes de primavera
un beso de horizonte malva
el espíritu lleva tu nombre grabado
como desvelo consumado,
aire es tu apellido engalanado
a la novena estrella sin luna caminas
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ries y lloras con la lluvia
la tormenta es tu carcajada
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos
un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón,
volar contigo como si el mundo no importara
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar
musa incipiente del artista
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.
El Castellano
III.LILIT II:
Hija de la tempestad
así te llamo, sin voz ensordecida.
Que la luna encierra tu canto
en estelas que riegan los cielos,
los grillos lloran tu nombre
cual inocente azabache sembrado;
el viento es tu incipiente respiro,
sangre llorando
despiertas por el cobre
ese que llora la noche
gimes en las fuentes de primavera
destinos en abrevadero insoslayable.
El espíritu lleva tu nombre grabado
Por cuantas raíces, tu sendero brillaron,
aire es tu apellido engalanado
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ríes y lloras con la lluvia
despertando brumas voraces
que el alma secuestran;
la tormenta es tu carcajada,
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos, espirales imantadas
en las que vive el arte.
Un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile, blandiendo espadas;
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón.
Volar contigo como si el mundo no importara,
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar.
Musa floreciente si arte arde su suerte,
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.
El Castellano
IV.Alma sin cuerpo, flagrante invierno:
Se deslizaba azarosa
una tarde de mayo,
abriendo pulcras flores
entre grados que blandía
el grillo en su madriguera,
osada se batía una lagartija
en la piedra aposentada.
La tarde cerraba danzando
suspiros precoces,
entre estambres.
El olmo viejo
lucía un tronco grueso
con hueco donde amarilleaba el sol
del día,
mientras la noche jugaba con sus ramas
y corazones de hojas,
ya vencía su sombra
miré su fortaleza
como si sus raíces gritaran
y pudiese verlas
clamando los años.
Te miré sombra
por mi ventana, sonreíste tímida
como si te agazaparas en tus párpados
frente a los míos,
miraste el espejo de mi armario
sólo un día dudaste de tu existencia
y tú estabas, tú estabas tan radiante
como si un aura te refulgiera,
sonreías a tu vida
reflejo en aquel espejo
porque en realidad ya no te encontrabas
la vida te brindó
reflejo,
mi risueña, reluciente fantasma,
que aún ríe y juega con la sombra.
Por ella no tenerla.
Me miraste y tus ojos
como estacas me henchían
la soledad acrisolada,
tu dulce inocencia traspasaba la mirada,
cuántas noches te soñé
cuántos otoños te esperé,
tu alma sin cuerpo,
tu sonrisa tímida, desangelada,
yo sin tenerte te amo,
como sólo tú llenaste
mi espacio vacío
de mi soledad despertada,
te hablo
te dicto
que sólo tú
eres mi invierno que llena mi vida.
El Castellano
V.BRILLANTE OSCURIDAD:
Despedía el día
la porfía de una melodía
una balada por Belcebú,
el pasillo se abría
cruzaba las calles heladas
de enero y su cuero,
danzaban las sombras
entre el descampado
donde las casas eran malas yerbas,
malas por qué
acaso lo bueno es el humo
de un coche,
cuando ellas en primavera,
arrastran las penas
con su fragancia
a mujeres desnudas,
miro dentro de mí
pregunto por qué todo
torna azabache,
habitan cuervos mis ojos,
ya no hay precipicios
en mi mente,
que se dibuja de ladrillo,
miro al cielo
que todo parece una cueva,
acaso ya bajas,
sigue tu curso de Dios personal,
que te seguirá cómodo,
el bajo cero ciñe su lustre,
mi sentimiento afligido
hoy canta con mis dolores,
con rezos fugaces
alargando la noche
teñida en el ojo de mi despierto,
porque me cansa
esta fébril, verde, emplomada
mosca impuesta medicamentosa,
hombre en el acre oscuro
por encontrar mi decencia,
estoy colgando del párpado
de la quietud noctámbula,
yo no estoy escribiendo,
soy un vuelo
sí de murciélago,
vendo mis mañanas
por un ayer construido a su lado.
Es como el hueso
de un poema imaginario.
El Castellano
VI.SENDERO DE POLILLA:
Era una noche dormida
al fervor de blancas sienes,
y luciérnagas de faroles,
cipreses cabalgaban
negros tules
de oscuridad rizada,
dentro de los ojos del gato
me miraba,
buscaba encontrar
respuesta a mi soledad
enarbolada,
salía de un agujero
de un árbol
un murciélago,
yo le pregunté
si sobrevivir
le bastaba para ser feliz,
me afirmó que con su pancita llena
lo era y siguió su vuelta
acuchillando al viento con sus alas,
pensé en el humano ser
que nunca le basta lo que tiene
siempre quiere más.
Sombras se acurrucaban a mi lado
en aquel banco,
daban los grados negativos
aquel invierno excomulgado,
corrió mi soledad al otro lado,
era incompleta
yo de pensamiento y sentimiento
estoy enamorado,
y esa mujer me corresponde
y la amo como a la noche
y su velo de sosiego,
yo reboso por los poros
el amor al arte escrito,
nadie me arrancará
a ninguno de mis dos amores,
seguí la enseñanza del murciélago,
abrí los ojos y miré dentro
lo que siento y yo tengo,
dos pilares como un templo,
avanzaré despierto mi sendero,
noche, oh noche
hoy en tu velo me siento,
a ti me entrego,
abrázame como hijo de tu luna,
llévame en compañía,
por tus claros de luz escondida,
abre el tiempo
del suplicio del día derretido,
abriga el sendero de tu polilla
que como yo busca su nueva vida.
el Castellano
VII.Dos sombras:
Soledad arregazaba
blandía sus brazos amilanados
en los que recostarse
a soñar la casa en el mar
con procesiones de sardinas
que sirvieran desayuno
con leche de las vacas
dibujadas celestes,
árboles en fronda volátil
tenebrosas líneas de horizonte
como cuerdas de violines
afinando nervios de nubes malvas.
Se querían dos sombras
como evanescer líquido, templado
de rocío por savia y tierra
y su desvanecer,
como flores a la alta espina
sirven su dolor.
Belleza oxidada,
ellas dos sombras
con camino de piel,
abriendo de la noche
gema profunda de lenguas azules,
era un camino el alba
para subir y descender,
ellas luz querían tornar,
vestidas de ásperas ondas
impalpables,
seguras sin obstáculo
eternas,
crispaban el tiempo
y se querían sin envejecer,
fría segura que su alma se iba,
suya, cristal vaporoso
de amarillo viejo,
su entrecejo deseoso,
querían entre noches
de gatos fugaces
por tejados colindantes
que anudaban rayos de luna,
su tristeza era pura
se anidaba en sus cabellos,
seca, entre sus cuerpos etéreos
la ausencia hacía verdad de idea
trasnochada,
su soledad muerta
de insectos ranqueados,
asida de purpúrea pluma
y lunas enajenadas
con cristales lucientes
en navíos de tinta,
perpetua osadía
de ser luz,
como silencio
de Dioses relumbrados,
y su oro vegetal,
como ásperas rocas
destacadas, cerradas
al molino de noche,
se querían dos sombras
inertes
pero vivas al fuego
y carrusel de estrellas
pudorosas y ponientes,
su quietud sin color,
su amor por unirse
como dos gotas al helor.
Como dos voces se unen
en un solo corazón.
El Castellano
VIII.Eco de ayer vestido:
Honrada tibia luz caída,
pasaba y me ungía este sol puesto
una mañana amarilla, vestida de invierno
y su frío azul, encendía mi cigarro
y un humo y un eco envolvía
un hueco que dejó abisal la última helada,
carretas deslizaban las nubes
abriendo el vientre helado del cielo
este Sol tímido de invierno
parecía asustado sin ocaso
ni pájaros fantasmales
que le hicieran nido.
Me cobijaba la sombra de un ciprés enhiesto,
abría las puertas de gramas voraces,
lirios negros franqueaban mi verja
de pensamientos que se amontonaban
en la puerta, rezaba a mi Sol
que no me hundiese la primavera
como si él eligiese esta sequía
que la tierra llora y quiebra sus entrañas
vestidas, el viento era más fuerte que yo,
llevando y sujetando el iris de nuevo cierzo,
crascitaba por ramaje de mi muerto brevemente nogal
de sombra densa cobijando tenebrios,
bajo sus hojas caídas.
Portón de tiniebla, el paso de su oscura raíz,
despertando el devenir
rompiendo el nicho de la primavera futura.
El Castellano
IX.Invernando:
Camino la sierra
y labriego empedernido,
afilan cintas de esparto
y jocosos pinos bordean el monte,
era ella caminaba siendo mujer de húmedas hojas
y gramas recién nacidas
anudadas a la cintura,
era tiempo suficiente
para el recodo de un fondo fantasmal,
estallaba el acre que pisaba
palmo a trecho,
ribazos se despertaban sin alba
dejé un lugar ramificado,
más allá de juncos
y fardos de nueva cosecha,
sin ir más lejos
abría la tierra vieja invernando
su ombligo de invierno
la carrasca de hoja inmoble afinaba
sus dientes de hojas
que el viento pasa y respira.
Campo lejano por cualquier parte
sentir que dejaría plisado
por encontrarse con tus ojos,
pecho de paja nueva silo dormido
de hondo surco y barrizal,
oscilando el filamento de un severo cardo,
entre caracoles mutantes, judíos blancos,
dejé mi traje a reverdecer ortigas y orugas seculares.
entre la joven hierba y el rojo trébol
del sendero,
recojo mi árbol del mañana y me marcho.
El Castellano
X.PANIDA DEL AZUR:
Saeta de prisma,
enardecida amante solar.
Reminiscencia en umbra
alegoría de carnal flor.
Lejana entraña de hoz
letanía viste que exuda
su sátiro perfume.
Salmo de noche,
voz mitad alma la tuya.
Elogio de estambre
¿Cuántas voces acallaste?
Eufórico vientre ardiente,
soy yo hacedor de luna fija;
claror que fulge, fragua
estertor verso solitario.
Este será muro de mi alma
con enredadera de torre y almena.
Dejaré mis versos
en oscuro parral,
es hora vacía mi casa
huí, dejé mi alma con mi gato,
salí por gotas de lluvia,
las más frescas,
las primeras caídas.
Mi alma salió en mi busca
habló y preguntó
a la araña de mi patio,
cual dijo estaba tejiendo
digna tela su visión no pude cazar.
Preguntó al caracol:
-Al fondo ´
del verde a la derecha puede estar ,
allí le encontró
tumbado en la grama
hablando con una malva
estaba pidiendo algo de azur brillante,
¿Dónde estabas ente mío de alma?
Te extrañaba,
Fuí por comida para tí,
-No me dejes más sola,
sin mí no tienes voz
sin ti no tengo vida,
ni la rosa en cruz su despedida.
El Castellano
XI.Fragor, clase de fantasma:
Cuervo guerrero de los tres umbrales.
Morí en mitad de un verso
sin acabarlo,
desnací etéreo,
abrí vorágines perplejas
de pureza repleta,
hoy abro eternidad
y todo lo que ésta llama.
Responden azares roídos
como grillos
extendidos, de sonido carcomido,
tras catorce años
de énfasis en venas
de mi desempeño
y funesto azar,
soy libre,
para deshacer este tiempo
y hacer hijos al gemido
dejando un eco
de sopor inmundo
de surcar infierno
y traer mi laurel encendido
por cuántas égidas
me entonaron invencible,
siempre seré castreño
digno a suerte incendiar,
desvelo el secreto de mi arduo oficio,
poesía
consecución de imágenes
de principio a final.
Poesía; soporífera luz en mi sangre,
titán que resistiré vivo
o muerto debo de quedar.
Destino haz con halo inmundo
puerta al reino
de dioses
sin acabar,
Parnaso flamígero en lumbre desnuda
al dictado de arpas, violas, violines,
clarines, organillos, ninfas, Sátiros,
hadas, quimeras, dragones brujos de naturaleza
desvencijada,
duende, elementales de toda orden,
nereidas, súcubos,
quimeristas de primera,
avanzo mi propia espuela,
centauros,
milesianos,
Dagda, Balar, Morrighan,
Lugh,
quodi pragma,
alzado hoy
pureza rauda,
resumo venzo coarto
con mi flor de Hércules en mano,
este mundo,
que desvela todo sentido difunto,
los dos mundos
el mundo vivo y el mundo muerto,
habitan ambos el mismo terreno,
mundo de leyenda,
este mundo,
empezamos a juntarnos
antes que nacierais
eternidad
sólo un eje
surcar de la perfección
el umbral,
senderos en un viaje
por el destino sellado.
Mi clase
mi clase es de fantasma,
los dos mundos
el mundo vivo
y el mundo muerto
están comenzando
a no existir en el mismo espacio,
plasmar correcto
ley.
Rajar la existencia
del sol mayor,
surcar sus venas
y arrebatarle el corazón,
buscadores de certezas
tres hilanderas
nueve sentidos
tres dimensiones
vive mi hoja
yo no decido
mi hoja decide quede completa,
los colores, el gris,
el fuego, mi cigarrillo,
los susurros,
el ruido,
la luz,
la sombra,
la oscuridad bendita,
lo oscuro, la noche,
lo perpetuo
el sonido del verbo,
habla mi azabache,
mi escudo,
el sistema,
las murallas,
las fortalezas
el amor a la poesía
es más que tu insulsa vivencia.
Brillo, destello,
pulcritud de estela,
destierro de vuestra miseria,
lo visto,
lo nacido
lo vivo-muerto
retemblaré
que mi sino dicto,
silencio el final alumbrado
es sólo sangre en mis ojos.
El Castellano a 06-08-2018,
XII.Albo espíritu azogado:
Abrí las rojas puertas
del fantasma de mi corazón,
despertaron grises leviatanes
como agujas sin cabeza ni redil
era él un fantasma puro, impío
un último respiro alzó
a mi cabeza,
y caí de rodillas
a otro mar
a otro mar
el suyo sin calma
ni espumas purpureas,
abrí esta vez las ventanas de mi pecho
esta vez como si alguien las sujetara
en mi propiedad
de fría carne,
un pulmón marchó a una rivera,
el otro perdido marchó
a otra con mi espíritu,
quedaba mi cuerpo como frío, desierto
páramo sin espacio sujeto
donde anclar señero de luz
mi pecho, el otro espacio
de mí desierto
oscuro como opacidad
de noche de soto sin luna
sin luciérnagas del cielo,
sin fusiles que clavan su plomo,
sin faroles ni lucientes
provocados encumbrados
como este vacío que ya cansado
no más habita mi espejo de alma,
mi pecho partido enraizó
la mejor flor que la vida
pudo darme
como espina para clavar la espina
de mi vida y asir
cielo y tierra en marea
de primaverales caricias
albos ojos fijos
en auroras que marcan
al violácea arpa de mi despertar
creyendo sus ojos un sueño
para habitar.
El Castellano
ESPIGA DE AGUA:
Con el filo y brillo reluciente
está la espada,
blandiendo surcos
en fosas funerarias.
A lo que su empeño sucede.
Quilla de un flagrante monte
surcado por el metal
de hilo de cobre,
sonaba con el viento
haciendo temblar calaveras
en lo alto de aquel poste de telégrafo.
El viento tenía estridencia
y lamento seco.
Digno a desatar quimeras y bestias rectas.
Capaz de dar voz a lo inerte de la vida.
II Hoja:
Allí plantado como se siembra una pipa
me encontré, detuve el sonido
entre escalas y cielos soterrados.
Planté una pila de lluvia sobre marzo,
contestó entre gramófonos la tierra;
una melodía jamás interpretada
y jamás semejante o similar
a haberla escuchado una vez.
Era como un maullido entre gramas
y bocas sedientas.
Como cerrar y esperar que la compuerta secara,
como desplomar semillas
y aventar espigas;
plantado como una sola
de carne y tinta
que la espera viola.
El Castellano
XIII.Amante fantasma:
Hablo desde esta sombra
que me habita,
un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quien soy
soy fantasma que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.
II
Hablemos hoy en plata de tiniebla,
oración de tu sangre yerta,
cumbre febril de hoguera quieta,
ese cuervo descubrirás su poder,
yo iré de tu mano,
manso tu poder sembrado,
aunque no entiendas
no preguntes por qué sigo a tu lado,
el puerto negro te llamó
y sentiste el poder de tu pasado,
nadie permitió que desembarcaras,
capaz eras de romper la cuerda
que sostiene las dimensiones,
ni vivo ni muerto
niega tu osadía,
cruzaste la puerta de oscuros lirios,
tu amor a la flor
al creador conmovió,
resoplo tijeras rojas
en grises ideas,
desenfundo mi filo,
crepitan arduas espadas,
respetaste la muerte y ella
respetó tu vida.
Crascita tu lozanía,
entre forrajes
y soles pudientes,
desmenuza tu silencio,
clavando yunques
de paredes granates,
el peldaño irá cuesta abajo,
cabalga tus lindes despiertos,
libérate de insectos que caminan,
turbios azares me cuentan
de tu devenir rizado
al filo de la navaja.
III
Anochecer de mi vida,
en tu patio de la araña,
rezogan clarines esquivos,
yo soy lira de alma consumada,
vicisitud ensimismada
de tu azar en semblanza,
vivo flagrando tu azada,
pulcritud entre cristales rotos
esa soy, bruma en tu noche,
claridad en tu día
luz de cada siembra,
arena del tiempo
enclaustrado,
vine deshojando recuerdos,
hoy me diste voz,
no seré yo tu perdición
sino el camino a tu salvación,
viviré mordiendo tus rosas
que desangran tu amor,
liviaré lo liviano,
afligiré temor al miedo,
seré aliento perdido
descubierto,
te abriré mi reino,
las escarchas serán los colores,
viviré besando tus flores,
limaré abrojos nacientes,
serás estaca del destino
servir a tu alma sin nombre
me alumbre,
camino de mis flores desgranadas,
sangre de tu reposo
mi amada espina de sombra.
Förüq
XIV.Yo reposo despierto:
Insumisa, quieta luz con bordes,
que repele cristales huecos
y desplaza a su entraña.
Vivos , hondos, carnales rojos
a la amarillez plena
de la esperanza,
seca, abierta de ojo profundo
con iris encendido
en vivo verde
como la sangre del esparto.
Tu mimbre
que profana y sienta
sombras de agua.
Luz de bermellón energía
por pasiones fugaces
de labios rotos
y besos en el aire .
Nunca disueltos
los rudos huesos
del conocimiento,
entre voces perdidas
fecundas la dicha
del tiempo atormentado.
II cuartilla
Vuela tu intelecto
haciendo nidos
en nubes del cielo.
Somera sin obstáculo.
Infinito, despacio , perece
a tu lado .
Luz de infrecuente secuencia
trinos de blancura primorosa
abres;
rugiendo tu azul disparo.
Si acaso el sol fuese tu hoguera
desnacerías en el umbral
de su invencible ascua.
Luz con tu onda
exterminas azabaches
de sombras
que la noche nunca acaban.
Umbrales tejidos
quedan iluminados
al fragor de tu dorado amor,
carne de la bondad atravesaras
quedaría el corazón
como llena ciruela.
II
Rompo saco los ejes
de esta imaginación en campana,
yunques despiertos me clavan
que llegó mi momento,
taciturno lustre oxidado,
alas en bronce agujereado,
es por mí es por ti
que dicta este haz, apolillado,
polvo en el viento
sombra desterrada,
el alma de un cuervo,
un granate dirige esta mi sed,
hasta ser color de ayer clavado,
al limpio, seco, duro faz ensartado
cabalgo que avanzo
y sombras me acompañan
esta visión serena, opaca, desangelada,
siendo directriz fusilada,
que late el cuello de la penumbra,
cuando oscuridad llama
estoy sembrando objetivo
de mi postrada calma.
III
Tiempo que se oxida
en este vilo,
eternidad azogada
en negras tijeras,
es el tiempo
de mis murciélagos emergiendo
de las sombras y su madre,
se estira otra primavera
por mi avenida,
me mordieron
y no me arrepiento
de mi nueva vida que tiento,
oscuros silos me acogen
donde sembrar alaridos
de vidas traspuestas
a mi fría caricia,
soy ente de otro ente,
mi sombra me quiere,
yo la digo que un día la alcanzaré,
que muy lejos no vaya,
avanzo que trenzo
el tiempo de mi suspiro helado,
para no tener alma
ni espíritu de hielo,
sólo una sed de vida
por repletar,
de un horizonte al hierro
encontrado,
de una arteria
hago río de sangre
en mi adentro.
El Castellano
XV.Förüq breve recopilación,
Hablo desde esta sombra
que me habita,
un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quién soy
soy fantasma que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.
Förüq
II
Tumbado el horizonte
se acuesta mi ilusión,
este mundo arde en un verso,
la decencia queda volcada,
la gente se pierde en el alambre
que sujeta el verso,
mirada a la tijera
y que suene la campana,
todos mis sueños quedaron amados detrás,
yermo el terreno mecía un alarido
por la tierra que no estaba muerta,
vuelo sin suplicio dormido,
la acequia mi sangre lleva,
pierdo el control por quemarme con su luz,
resumen de lo vivido en la esfera de su retina
más que un crujido de mi ventana,
al viento le pido me acerque su latido,
camino por fuera del límite,
anudado el tiempo y sus cuchillas doradas,
sol tras sol, día tras día,
todo lo haría para que te quedaras en mi vida,
graznando viene la noche
por el círculo dibujado por la luna
se cava la llegada del día,
desde el lugar que yo amé antes,
te escucho gritar,
la oscuridad me sostiene
con su manto templado,
vuelo al alfeizar,
tu habitación muerde mi pupila,
el tiempo me vio nacer cuervo,
jamás rendido desde una torre a otra
exclamaba el perdón de los Dioses
por alimentarme de sangre,
llegada la hora
que luciérnagas cuelgan noches en los robles,
se abría el reguero de mi sed de abrojo,
la araña tejía su cena,
yo te esperaba como cada noche,
los minutos derretidos en mi colmillo,
granate albor se deslizaba por la tercera campanada,
tibio, parco, sumiso, el sentido,
se vencía mi sed de nuevo,
concluida la estampa de la sombra,
que araña cada grito en su cama,
danzando mi calma.
Hoy no será una noche cualquiera,
se prende la hoguera,
la sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento
yo no me acuesto,
limo mis nervios con acero,
la lluvia canta en mis oídos,
será otro amanecer violeta postrado,
mírame soy el alba de tu amanecer
hoy no me verán perecer,
mírame voy por ti.
Soy förüq.
III
Estupor nacido
tus brazos no están lejanos
a través de los tiempos
todo lo que siento
es un ramillete de estrellas
esperándote en la cruel avenida
de ángeles estrellados en sus caricias
puedes verme caer en mi subrepticia
vida que para en vivo
y me deja verte
resumen de lo vivido
cuando la noche comienza a sonar
yo vengo por el camino de las espinas
hoy que no se bendiga
me mantendré esperando
con mi soledad por ti
ecos de un tiempo
que se desvanece en el vértice
si ese por el que colgar mis ilusiones
gana el horizonte
yo era más viejo a la entrada
de las nuevas visiones
yo cambiaba el tiempo
en la hoguera
al parpadeo estaba besándote
al fulgor crepitando la estrella
en amor latidos sordos de penumbra
me cuelgan las pestañas
todo te lo di
y te di más que nada
me enraizan las malvas en mi nicho
hoy seré yo quien muerda tu cuello
al son de la luna seré el vampiro despierto
a través del tren de la noche
atravieso zarzas y cardos
hasta llegar a tu ventana
el azabache es llorado de nuevo
queda tu corazón de cuarzo
la noche se mueve
mis grillos cantan un réquiem por la flor
se despierta un cuclillo en amor
eres mi fuerza, eres mi hombro
me deslizaré en tu cuarto
cuando las sábanas arropen tu cuerpo
y yo beberé de ti el sentido
hálito de vida en hierro
esta noche de primavera
que corría hacia atrás
seré espectro en oración
hasta llegar a tu puerta
y devolverte a la nueva vida
tiempos negros me trepan
cuando su eco sordo
baila en mis pestañas
me fumo un cigarrillo
a la hora que lechuzas despiertan
se oye el resquemor de tu ventana
mis colmillos brillan
tú dormida sientes frío desde tu cuello
a tu sentido
visiones de tu nueva vida
te entran despiertas
y yo ya no estoy en tu cuarto
por las violetas nocturnas
recorres la grama de tu patio
comienzas a explorar tus nuevos sentidos
y escuchas en tu cabeza
bienvenida a mi mundo.
Förüq
IV
Resueno
en el borde del papel
la condena dilecta
que marca un futuro
en subrepticia subyugada
a la luz vuelta oscuridad
del alma deseos de sangre
que jamás se cumplirán
solo la sed de vida por gastar
besando en la noche la sed
de vida ganar
asesinando creencia,
aliento y latido
en la oscuridad vuelta luz
un silencioso lugar
sólo el latido escapó,
el espejo no refleja
lo que reconozco
y mi vida va quedando atrás
solo tu mente atrayendo
para sentir el aliento.
Deshaciendo este frío
hojas y hojas de pensamientos
van cayendo
cuando me paré a mirar tus ojos
que ahora no puedo borrar
ni en oscuridad.
Te voy viendo llegar,
tu calor y corazón latiendo
estáticos dueños
de su tejida existencia,
te veo en paciencia
y me voy adueñando de tu pensar
mas que sangre
quiero cerca tu vida
para yo sentirme con otra
que hasta alma tiene,
y se va desgastando el camino,
los pasos trazados
se vuelven ilusiones.
Un día derretido,
el segundo quedó en vacío eterno
sin manipulación
de un ser superior
no puedo ayudarme
en este frío y vacío espacio
cada noche
deseo sentir tu amor
algún día
para siempre.
Förüq
V
Avanzo despierto
las sombras por carretera
del mundo inerte
que vive en la sangre
por brotar yertas espinas
grazna el cuervo del lugar
y los altares gotean
sangrando murciélagos
ojos ausentes de sus ojos
que juzgan en su mentira superficial
qué necesitas
cuando todo suena a final
y el circo de la sociedad mece
y teje tu actividad
rojos al mirar
guerreros del abismo soñados
no cielo para vivir
eterna batalla espiritual
del interior de la tierra
llueve de nuevo
nubes se derriten
plano elevado en vida
único libre de acto y pensamiento
al océano de hierro y construcción
solo un deseo que se pudra en albor
y el resurgir venga
brillando sangres
mas lombrices maldiciéndose
por haber acabado su hogar,
desaparece y viene la oscura noche
a pesadilla mece el sonámbulo devenir
de quién me habla en mi cabeza
diáfano cuarto donde se clava
el sembrado silencio
donde el respiro cuelgo del techo
crujiendo paredes el sentido
me nubla los ojos
hay algo que me llama
es el hambre de la caza.
Förüq
VI
Iba la tiniebla bajando mi escala,
iba vestida como florece una roca
de anchas y hondas calzas,
desertora de la mundanal zozobra
que me acusaba,
bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre,
entonces abrí la ventana y apareció su madre,
azogada, cansada de ocultar la luna,
abrió sus oscuros párpados
y una espectral sonrisa se dibujó en su cara,
para decirme: -Esteban su Sol ha muerto.
¿cómo?
Entonces encendí una lumbre,
y lentamente devoró aquella madre oscuridad,
mientras yo escribía una elegía,
posó mi ventana un cuervo,
que dijo: -Noche siempre.
entonces un vil recuerdo de mi Sol
cruzó mi mente,
yo que le creí invencible
ahora la luna era una esfera negra,
un espectro se colaba por mi ventana
era una mujer sembrada en sábana,
me acarició el hombro con su manecita helada,
ella que dudaba más de su existencia
que la propia duda,
entonces miré mi imagen en el espejo
y la imagen me devoró el rostro,
ahora lucía una piel pálida
como la arena
y unos colmillos que atravesarían la madera,
era el inicio de mi condena.
Förüq
VII
Mi polilla desvencijada
nace del espejo que crepita
una boca de esfera y su artificio,
revoloteos en torno a la bombilla
que más quisiera ser ella la estrella
que te atrae
tu noctámbula sed
de espinas blandidas,
un viento lunar se reposa
en mi ventana,
siega del mar oscuro
que todo tiñe de malva nocturno,
hoy estoy aquí
ante ustedes cigarros
para latir
y que vuestro color
sea expulsado,
recibo que acuso
ponlo en mi pierna
caminaré el infierno
por si consigo pagarlo
con mi sangre algún día,
serrana se torna mi almohada
de su musgo y lozano rostro,
por el canto de este caracol
que ya no late se quedó seco
en su intento,
es una luna menguante
y su aguacero litigio áspero,
un iris y un prisma lejano
es mi hombría un surco
en mi jardín de cementerio
por el estío rígido
y sus cristales de hueso
de un sol
que le enfadaba su luz.
El Castellano
VIII
Seco y duro, seco y umbrío,
corría el linde quieto
por la arboleda despejada
daban las tres y treinta
de la madrugada que se marcha
por oscuro diván de la sombra,
un espejo tímido sonaba,
el reloj paraba,
con un grito de estrella,
su alcoba fría en la que despertaba,
no quedaba viento de palabra,
ni pensamiento ágil que en eco no quedara,
lanzó aquel espejo contra el suelo,
y rápidamente sangró un borbotón de sombras,
se abría la noche y sus quimeras despiertas,
brotaba de su ceniza de pulmón,
el irisado que la oscuridad clama,
quedando para siempre
su alcoba fría y vacía,
sombra de aquel que sonaba una noche
que ya escapa.
El Castellano
IX
Una flor vino del cielo
a la puerta de este mundo.
De sombras libró
los sentimientos puros de corazón,
la señora de las flores silvestres
la adornó del color de la noche.
Luz de luceros caía a ella
sangre de oro, polvo de estrella
dormida, su nota suspira
única dama de la noche
gustaba la flor llamarse
llave de este mundo
con el mundo de lo inerte
la visión
de espíritu suplicante,
blanco vestía, en traje luminoso
sus pétalos abiertos al valle,
de la niebla y la bruma,
valle de árboles cantores.
Bien vistosa te veo,
bien dulce te siento,
bien fiel te oigo dentro,
si nací ciego para verte con el corazón,
si no todo en la vida, vida mía
con los ojos se ve,
dime sombra por qué has enamorado
cada parte de mi ser,
si existes por qué insistes
en transmitirme como sientes
si ya dentro vives,
si ya de ti me tienes,
si ya has asesinado mi soledad
y feliz voy a vivir contigo la serenidad.
Con hueso y fuste un fiel desespero,
vio reinar el cielo
única dama de noche desvelada
por ella azucenas nocturnas
su pelo, acampaban,
en oro y sangre
se alzaba este lobo,
trémulo desliz nacarado
fuego en la piel
hierro fulgente de estrella en los ojos,
me acompaña tu latido fiel de la noche
que cierras con un beso al horizonte,
con garra y letra inspiras este ser,
por el camino de nunca volver,
eco sordo de oscuridad
mece tu mirada,
al viento que aúlla tu nombre
hada fiel de la sombra
que tu Hipsípila te llama,
cuando todo lo suyo es para siempre
un tiempo que se resquebraja dormido,
la puerta de este mundo no encontraste cerrada
hoy te amo retorciendo tu esencia en mi cuerpo
se congeló la maldad
derrota su caricia brilló mi bondad
refugio de tu latido con el mío
a las flores por abrir en mayo
es nuestra comunión de estrellas
es mi vida en la floresta
donde enarbolar
tu belleza sin igual,
allí solo allí que entone mi grillo,
abriendo un suplicio de todo lo vivo.
El Castellano
XVI.LA UNA DE POLVO:
Se podan mis recuerdos
saberes presos,
por el linde despiertos,
vida de vida en flagrante estrella,
si por querer pensarte
jamás desapareciste,
mi Malva-Luna
en Brea quieta, encendida,
disparos de un tiempo fulgurado,
mi sendero ya no corría agrietado,
miedos asesinados
de como solía ser
destellos fugaces acampan
mi destierro por las venas de tu alma,
silencio carcomido por olas de nuestro mar.
Pensamientos negros ya no me clavan,
ni hiedras me escalan
tapando mi luz fulgente.
No es tiempo de muerte,
mis cuchillos ya no laten hirientes
hermanos del fuego ahora son.
Al compás de un Sol mayor.
El Castellano
martes, 31 de mayo de 2016
Perpetua una,
por el bajel del alma,
bajaba recorrida,
por entre encajes olvidados
me descubría,
el caballo del ansia mía,
donde empezaba a abrir
en sus piedras de ojos negros,
y la cabellera levita
por altas ramas,
donde acaba el sueño
taciturno de su sonrisa helada,
voy allí sembrando ojos
en sus labios áridos,
no me apetece seguir sufriendo
para ello sirvo mi aliento,
donde acaba lo que siempre
creí conocer más me detuve a envejecer
sin mecer alas cansadas,
el horizonte me cuelga la rama,
y yo loco callado pienso
en un tiempo que me apetecía recorrer
tus simientes azules,
en un mundo que mis labios, cierra
tornándolos grises,
la idea vuela eterna del estado mental
por conquistar,
esta es mi vida
, esta es mi suerte,
pregunta a mi orificio demente,
que dispara por mi boca
la locura quieta que mía te arropa ,
haciendo cálida la estrella
de mi popa
y mi ángel sangrando versos de hielo,
en el tibio, ancho, escurrido desliz
que me llevó a contarte mi verdad,
por la que quedaba frágil,
vulnerable sostenido yo
en un destino incierto
del comienzo del Alba a mi insomnio
que me da energía.
Que fiel asesinó la caricia,
en cama de ojos en alfiler
y patadas del sueño,
crujiendo mi ser en una araña,
llegó el tiempo de escalar
por si un día abandono
será cuando me vuelva polvo.
El Castellano
XVII.Desde que vine a vivir:
Imperios de ojos cerrados:
Páramo del verso solitario, decapitado
buscando el encuentro
y su soledad que mece riza y concluye
momentos de la fuerza universal
menú de la disponibilidad de vida
mi lluvia sube redonda tu cara perpleja
podemos salvar lo regio del reino que cae y vuela
soy uno, rey de sí mismo sin atisbo
desde el fantasma que vengo
todo crecía ardiendo
no tengo miedo a su pirámide
ni su ojo absorbente de mí mismo,
tú piensas tu resguardo
en la radio hablan de nosotros
te incitan su teatro de vidas manejadas
el amor a la flor me lleva,
cabalga mi iris consumido
a lo onírico de mi conciencia
Orando por mí mismo
mientras muero quiero dejar absorto el tiempo,
agujerearlo, estirarlo, romperlo
en la rebeldía que asesina la vida material
inconcluso en este mundo
no puedo volver eternidades atrás
deberé guardarme a mi existencia tejida
pero sin asumirme o doblegarme a ella
nada que negar en silencio seco
nada que defender
solo una parte soy del eslabón
nada de mensaje
nada que decir
nadie a quien impresionar
es mi vida nada más
puedo empezar mi historia de nuevo
por mis amores típicos
de ser humano insignificante
nada que arder, nada que cambiar
todo puede suceder,
los errores no se pueden quemar
a quién le importará
carnes pensantes me dan igual
el Juez Supremo me dirá
a mi Conciencia de ser humano
le hago un templo
la verdad compañera sin ti
buscando más razón
del amor del Sol,
en comunión sangrando lunas
en armonía de esferas de años fríos
vívidas estrellas que todo lo imaginado
viene de ellas
hasta este astro apagado en vida
que arde por dentro
su ser llamado planeta Tierra
sabes que puedo
pero no volver de nuevo.
El Castellano a 09-03-2015
XVIII.Siembra del pensamiento:
Asustado no estoy
el miedo perdió su cobijo
los dioses de mi cabeza
reinos de su locura
inhabitada, extensa,
auspiciada inteligible
puedo bajar por el cansancio
escribir un mundo muerto
creciendo, buscando verticalidad
en la sabiduría de mi verdad
ausente el día desde mi hogar
busco lo inconsciente del sueño
que pierde esperando
esas profundidades del hálito de vida
por despertar la semilla
de la sembrada humildad
qué solo yo veo y me basta
piensas que estás salvado
mentes blindadas
en la luz de la conciencia
unificadora que dicta
el retorno al único origen
voy escalando estas nubes
de mi mente
considerando brillos los sentidos
costando y pagando el pasado
tiempo que despierta y roba el sigilo
caminante de la sombra
grito a la mente que me habla
pudiendo florecer
una y mil siglos más
la bruma teje su limitada ascensión
que subyugada y difuminada en la sociedad
material, empedrada de su cementerio
llamado hogar basado en la mentira
el cerco se estrecha ahorcando al gobernante
del aire
y los ineptos millones de ausentes
pájaros voladores que creídos pensantes
ven como los dirigen
sumidos en directrices de hormigueros
y el libre tiene la cabeza a líneas
de horizontes superpuestos
en laberintos de lo perfecto
que la elevada conciencia
te tiene de paraíso en lo insignificante
que marca su autenticidad
y se hace risco en la eternidad.
El Castellano a 09-03-2015
XIX.Desde que vine a vivir:
Ascua irisada al tacto,
estoy bailando sobre una estrella,
todas las cosas que vienen ahora,
en soturna claridad apagada,
hoy es el ahora,
mañana es para siempre,
mentes acristaladas
en espejos que les reflejan,
rompo mi sumisión particular y generalizada
a esta realidad mecida y dirigida en el ojo
sí ese de su escuela, en seis mil millones
de mentiras que caminan,
todo lo visto quema mi retina,
por el ojo de este cuervo
el tiempo ya no me puede sostener,
volando lejos donde la mente alcanza,
no tengo creencia que estos tiempos
serán mejores,
me estrellan sus filos hirientes,
entre lapsos de gentes
al parpadeo me venzo,
hoy será vendido al postor rendido,
extasía en metal prendida,
todo lo que pasó:
Estoy soñando
el tiempo que cerraba mis ojos,
retales que cerrar y su olmo blanco,
su jardín azul, su fuente de cristal,
nada desvanecerá al Miguel sin alas,
seco de hoja de otoño
no me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,
ni mi acristalada fuente,
ni el olmo que no es mío ni su blanco
será mi aura intransigente, seca a morir,
sobre los años avanzo,
yo soy el Sol,
lluvia cae de nuevo este acre me cuenta
algo para tu entendimiento,
cruzo los cielos muy alto de nuevo,
soy el humo,
yo soy la piedra que te habla.
El Castellano a 09-03-2017
XX.CEGADORA SIEMBRA:
Bruma en su gris sostenida,
azul derretido en fugaz idea
sin soplo, viento mordaz
de esta acequia verdadera sostenida,
en sus fanales mieses deshojadas,
cabalgo que trenzo mi infinito soliviar
de labios grises,
por esta condena rizada
se alza que avanza
mi sepultada sed de abrojo dormido,
en esta siembra traigo mi vida,
por caminos y senderos olvidados
de los Dioses con sus plantas silvestres,
desde estos insectos de mi verso encendido,
mensajeros divinos
con espuela de transparentes alas,
me declaro que me proclamo
sirviente encumbrado
de la única belleza
dama consumada Natura.
Soy yo su Cuervo Förüq,
hasta la pausa de mi tiempo
yo cultivaré este agraz doliente
de mi intelecto agudo,
desde el retorcer de este alambre
para colgar mi estampa rizada
de mi árbol de las cenizas,
pidiendo me de permiso
para yo ser el mejor poeta
que parió tierra y semilla,
mi sangre, mi carne, mi espina,
mi aliento de piedra,
mi luz, mi araña y su carcoma tejida,
mi tierra,
mis campos,
mi Flora,
hasta ver las auroras,
hasta cabalgar retinas
en sangre de sus ojos jamás complacientes,
destellearé hasta la extasía de cristal,
hasta habitar cada colmena de mis abejas,
en este campo de víboras
traigo la espada de tierra,
esperando me forje el romo hierro,
cauce, en mis venas.
El Castellano
XXI.Cristal de aire:
Acreciento, voy menguando
al paso ferviente de tu sola voz,
en agua destilada, candente
cristal de gotas sólidas,
cadena sin mi nombre,
que crascita entona
un yo te desvestí
a mi helor
un cristal que sublima en aire,
caracola resistente
hiriente , vespertina a fragor
cual buque emergiendo
d'este abismo llamado verbo,
coagula mi aire
en novecientas ascuas,
que flagran tu sendero de luz,
cuál no dio fuelle a tus alas,
mi amada voz,
hacen nueve formas,
nueve cerrojillos de hielo,
en novecientas nueve hojas
que encierra
tu corazón en mi agua´
siniestro caracol
con mi desvelo en hoz.
Inocente no soy,
ni ángel,
ni vendido,
ni por éxito mendigo,
el que no me acepte es su problema,
yo sé quién soy.
Miles dei lumen,
Förüq Miles dei lumen versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare sed ardit.
Guerrero de luz,
en verso arde,
ardiendo metáfora,
crea caricia,
expectante de la sed que arde,
novecientas noventa y nueve hojas
esconden tu asido ramillete
que esconde tu cristal de viento,
hoy es por mí
que empecino
que soy culpable
de alzar mi cenit
en cúspide inefable,
de esencia que no llora,
dicta, que sólo es tu voz .
Pureza en vena dispuesta.
Una asonancia predilecta,
pude servir,
me quedé en tu frazada
del juego
que como todo juego
sólo abre
sólo despliega la opción.
a perder venciendo,
tu voz sólo eso,
musaraña cristalina,
de nácar y espejo quebrado
con mi cruz a lomos avanzo.
El Castellano
XXII.SUEÑA LA REPRESALIA:
Sangre expiada,
ceniza aparente
de quienes eran,
incierto azar de las armas,
oscuro riesgo,
desdén del tenebrio
encorajinado,
parca ilusa que todo abarca,
sin oír a los Dioses,
simas y ríos que nos ignoran,
¿Qué campo no me atestigua
en ocres muertes
todo lo que la tierra devora?
Esta avara tierra
que relame sus crines de plata;
Y su destino no embellece,
justo de ala nueva perenne.
En las prósperas sienes
de regocijo,
acogedora sombra del blanco chopo
y este opulento tejo,
que al muérdago muerde
aguardando convencer
a las tres Hermanas de Negros Hilos
no me hundan en el abismo.
Mi musa cautiva toda de nieves
yo, de bronce,
niega ser de origen innoble
con ocho lustros asidos
opresores,
púrpura brillante,
esquiva,
pureza en jaspe
de luna,
del arroyo fugaz
bebe y el viento revolotea
sus suaves cabellos finos
fluctuantes,
se encienden
mis tibias cenizas
por amarla a ella
lágrimas sobre fértil vid
que engalanan,
Valgio abre y llora tu torrencial
desde tu hogar caelis,
deja fundirse contigo al Aquilón
cae tus espejos deshaciendo rastrojos
cabalga tu agua
por estos estrechos campos.
Abstruso tonelaje de mi pensamiento,
hosca patria mística
de amor furtivo,
trémulo de lo que el querer quiso,
sin falso engaste avanzo;
el poder del cuervo siento
ese único que visita mi jardín
a las nueve.
Por oscuro aflige
que ya no es celestial,
ni aunque el cielo fuera pardo.
Vetusto, geométrico, áspero
mi desliz absorbente
como un torbellino,
que ya las penas
de mi olmo desnudo
no llora
ni la belleza refugia en esfinges
sus torres que son de la tierra
como señeros de vivos,
raudos árboles enhiestos,
en su copa
que bebe al tiempo.
El Castellano
XXIII.Guardería de estrellas:
Ronquidos del mal dormido
y su visceral entrada,
quiere abrir la madrugada
guarderías vacías
de los gatos que cuelgan las estrellas,
inaugura el oscuro vivero
su cultivo de alas oscuras,
la noche cierra en vals,
su latido desnudo
que la penumbra sostiene,
aquí en el margen
del infinito horizonte
me cuenta la saeta de su sed de cielo,
oiga sombra desterrada,
encuentre mi latido nacido
esta noche que tus hermanas
se alzan bajo esta luna de hueso,
todo dibujas lúgubre
el color muerto se te descubre,
desde el cielo a la tierra
bañas todo yermo,
violeta horizonte que se retira
quedan sus mil fuegos
luciérnagas que al alba morirán,
noche nadie te quiere entender,
solo los faroles y fusiles
iluminan tus venas negras de oscuridad,
tú que sólo ciegas la luz del astro,
arrastrando su luna
con correas tiradas por los trescientos
caballos difuntos,
jinetes del tiempo me avanzan
la compostura,
muertos se enfrentan
por mantener su ciclo eterno
su espuela raspa el hueso,
la noche que cabalga con ellos,
corredores fantasma del viento,
oscuridad que no entiende
de maldades del hombre,
miro todo bajo la noche en mis ojos,
solo sombras caminantes y figuras
se forman en su prisma de aberración
sempiterna,
apuro mi botella
esperando ahogar esos fantasmas
de mi cabeza que suenan estridentes
con sus voces,
es un caldo malva de tristezas,
fosas de mi pensamiento
que abren al caer la noche,
enterrando lo vivido al día,
afilo estas mis venas,
esperando brille mi carne
y esta luz de vela se haga fuerte
y toda abominación espante,
todo avanza deslizando su hueso
es a esta hora sin el sol
que mis pesadillas
toman voz y materia,
puliendo este escarabajo de oro
me verá el devenir eterno
hasta el crepitar descansado
y su cruz de nuevo día.
Es una cruz, un origen
la vela y el candelabro que marcho.
Entumece visión su huella ausente,
aludido encumbra el párpado mío,
deseos en tierra soterraños,
avanzan los años
y se siente se exacerba ella su belleza
es dueña,
avanza sin rival ni reseña,
si su alma acaso me duela,
encuentro mi verso soldado,
por un mundo que cae en harapo,
es clase de fantasma que gasto,
es sangre en mis ojos,
el ruido,
la siembra,
los colores,
la verdad,
las mentiras,
el sol
mi astro,
la entrada, el portal,
la vida, mi secuencia
pureza soledad acritud extensa.
vine a romper el hielo en su frente,
el gris,
las fuentes,
la calma,
la esencia
que es brillo
que es fulgor destapado,
desaconsejado destello crispado,
cariño
la secuela,
fantasma de primavera.
Ario yo, en similitud sembrada
cadena de ausencia
arrastra mi alma renegada,
las luces, el orgullo,
abruma mi ser
su historia de plata,
porque la vive entera mi persona,
y de su ente no me puedo desterrar,
si cesa su alma
cesa mi sentido
y aliento forjaría veleidoso
como escalar la sombra de mi parra,
como hacer casa sin tejado,
abandonaría todo menos a mi ser.
En mi guardería propia de estrellas
para ella, mi calma
de espíritu en botella.
El Castellano
XXIV.Acuchillada osadía:
Descendiente fulgor entre grises sienes,
humores de tierna fontana precipitada,
es mi jauría de estrellas que la sed
vence, conforma, infinito panal ahogado,
que vence y me vence,
este granate frustrado avanza
su extasía de cristal,
forma y conforma un lustre yerto,
ardiendo entre cerillas
de momentos intransigentes,
me proclama mi verso
entre manada de lobos
el padre del lobo de hierro,
aullando su temperamento de metal,
entre sierras madres de ríos dulces,
y de florestas destapadas,
yo tiempo, vencí al doliente tormento,
entre clavos y yunques despiertos
clavé mi aliento,
soñando que te soñaba
se alzaba mi tiento,
acaso yo no estoy durmiendo,
necesito la superficie
de los guerreros alzados,
represalias de caras muertas,
salta, salta mi abismo,
este es el sonido de mi escopeta de cristal,
esta clase es de fantasma,
vivo si yo escribo,
parco, tibio mi Dios de mis Dioses
solo entre estas cuchillas de gentes,
inmortalidad asolada descendiendo
entre sombras de oscuridad madre,
cuando todo indica
que la oscuridad te supera,
no hay soledad asesina,
porque me gusta hasta mi cuerpo,
en este otoño que los ocres
lucen el suelo
y llega el reverdecer del cielo,
en pie llegó el momento
y atravesar este viento todo lo que siento,
hasta ser de la vida
el victorioso esperpento
que acuchilló su osadía.
El Castellano
XXV.OSADÍA EN TRAJE:
Aguzaré en ramas de viento,
que la solaz, yaga en mi intelecto,
atravesaré con mi plomo,
cada siembra que mi ser derrama,
hasta volverla metal noble
de postrero envejecimiento,
quiero la apreciación
quiero la insignia
de este mundo que escapa
que huidizo deletrea
su énfasis de costumbre cómoda,
yo no soy de ojos cualquiera,
así el fuego me resquebraja
la hoz y el martillo
clavado en la esencia del pueblo,
no tengo superior ni inferior ni igual,
debate mi Dios entre las sombras,
si dotar a mi esfera de un poder que convenza,
y consuma en retina ajena,
siglos dormidos de fuste y escarchas de parpadeos,
no nací para este social mundo,
podéis quedároslo,
mis pensamientos ojalá
algún día solo le importen a mi vida,
y la boca de los seres cierre
y abra sólo la Sabiduría
que tierna, yerma y estática
avanza entre torres de tierra de las que vengo,
los juicios todos queden vanos sin ella,
esta es mi vida que me sujeta,
que vence y plena
desangra de la estrella su pestaña,
un soliloquio que hablo solo,
y sí mundo de cabezas de grama
estoy satisfecho
porque amo mi destino,
que si nazco no le cambio,
a la bastarda opinión decrezco,
cuál el ojo único,
cuál el listón que tumbar,
se siente si le gusta a mi Narciso
es mi poema perfecto,
tenga el fuste y de belleza inciso,
cabalgar mi estaca porque valgo,
no como vosotros que miráis
únicamente lo que tengo,
tengo esta vida esta pluma de tinta infinita,
y a ver quién me alcanza,
quien detiene mi latido de sangre y tierra,
que seguirá escribiendo hasta que muera,
ser mejor que este silencio es mi meta,
y recuerde este tiempo bastardo que nada detiene,
y otorga como arrebata,
mis guerreros en pie,
a formar azadas del bien,
marchen mis cuchillas de recuerdo,
por acabar con desquicias funestas,
fundirá mi aliento por escalas con el cielo,
mis castillos en el aire,
dirán de verdad siempre vive
y vivirá este Castellano,
derretido el cuarzo
gemirá el tiempo terminando este mundo
como todo termina
incluso el latido
final feliz no puedo dictar en sentencia
a esta esfera,
leyes naturales existen
como diosas certezas,
finalizo este escrito sin tristezas,
me pusieron en su sitio bellezas,
desafío a lo que me rodea
a desnudar si es verdadero
porque eternamente solo
que mal acompañado,
salto, salto, santo mi abismo,
entender que nazco con cada poema
puliendo sombras,
hasta hablar por tuberías nacientes
de mis cauces de sangre,
lo siento mi Sol
mi inspiración será mejor
que la envidia que corroe,
que la competencia de mi suerte
solo una razón
porque busco ser perfecto.
Lit et summun canae.
El más viejo de la vetusta.
El Castellano
XXVI.Luna trece:
Luna plateada de mi cielo,
en las noches
voy a tu encuentro,
pero te escondes
entre bloques
de hormigón y cemento.
Quiero verte,
pero incluso te escondes,
por las violetas ramas.
Mas los dragones,
del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo obtuso,
de sueños fluorescentes,
tú, de color líquido,
solo templado
con miradas intermitentes,
por el tiempo de espera angosto.
El murciélago baila
con el colchón de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por qué te siento incluso estando solo.
flores opaco reflejo
de luz violeta
incluso de noche;
artifficie luzzae.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene
para sentir que estás conmigo
otra vez más,
recuerda
que tus ojos tienen sangre
recuerda el viento
que aúlla mi nombre
recuerda la luz que tiembla
y cruje la noche en las pupilas
recuerda que me hablaste
de amor en el tiempo
que cae muerto
que pactamos con el hielo
la vuelta del invierno,
recuerda cada latido
de oscuridad
que llama a tus venas de humo
recuérdame en la eternidad del beso,
en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda que vivo para ti
dando voz a la soledad asesina,
la flor vive soñando
que fue mariposa y abeja,
vive durmiendo la semilla
enamorada de la tierra
para despertar
y enamorarse del sol,
clávame estas nubes de sangre
en el hierro de mi destino,
se me negó la luz
encadenada a esta tierra sin cuerpo,
solo tú me sientes
en este camino
que no lleva retorno
solo espiral anhelada de renacer
el tiempo ya no nos puede sostener
camino buscando el frío
en este calor que quema el alarido,
te encontré perdido
hoy vives un amor
que sientes soplándote al oído,
en la puerta del infierno caído,
te casaste con la luna
que reinaba en tu corazón,
al viento le diste voz,
a la lluvia la nombraste
lágrimas de mi ayer,
le diste ojos
a la sombra para mirar,
la espina caía herida,
la caricia retornó a las polillas,
la vida marcha deprisa
cuando abras los ojos
ya todo habrá cambiado
solo encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando tu otoño
y la caída de tus hojas,
esperando que seas mi acompañante
en los siglos y milenios
que nos condenaron,
encontrarás esta sed del cielo
en cada silencio muerto,
en cada raíz
que grita en su tierra
toma de la vida lo que quieras,
siembra tu aliento
en cada tierra,
tú todo lo tienes
yo solo soy una fantasma
que sólo tú ves.
El Castellano
XXVII.HEMATÍES:
Recto metal pudiente,
rige directriz
en este mundo de espejos irascibles,
de avaras ondas líbicas
que sedujeron el troquel
de mi soporífera piel.
Bajo tus compases desnudos
de pureza indómita.
Ojos flamígeros
con verde intransigente
desdoblado oasis
al candor escalado
en llamas, en escalas a tu fría luz.
Crestea el ser de espuela,
adoraciones férreas,
dispuestas en lágrima del fuego,
voy al nido de tus sombras
mi parra ya afilada bajo sombra madre
enhiesta dirige mi compostura
armada de pulcro silencio.
Desnudo en la penumbra
mis ojos limando
tu tenebroso violín,
parca mi destino,
ensombreciendo, anidando
este mi cariño dispuesto,
suave,
extensión del sórdido plano espectral.
Voy ya por mi nube rígida
densa tu oscura sedienta sangre,
reguero inmutable,
avanza la densa lencería de tu belleza,
no, no desvanezca tu honda mirada,
así me gusta a mí.
Senderos exterminados
que quisieron imponerse
sin tu querer.
Alojo la turquesa que te reflecta
mi cristalina musa,
solo ante el mundo
¿Y qué?
acaso osa compararme lo rodero,
transmigro mi ser en digna crisálida
fortificada,
buscando renacer
en colmena de esencias,
estoy cayendo
acaso no quiero,
subir descendiendo el generoso placer.
Sostenme aparte
donde nadie pueda verme,
seré tu suerte.
Herejía dulce saberte,
guiando mis abrojos
que me preceden,
me gusta saber quién eres.
Hematite cuando coagula mi sangre.
El Castellano
XXVIII.Ocaso florido:
Por la solariega vega del alma bullo,
jamás yo de sus brillos acrisolados
rehuyó,
yo que en fiel hueso calizo me siembro,
y crepito con su Sol mayor,
voy hecho de lluvia
del páramo su desventura,
las mentiras son erróneas
de todas mis caricias al cielo abierto,
la noche que empieza a sonar a mi Vera,
mantengo la quietud en alabada
sombra engalanada,
cae mi vida y de nuevo te siento
cerca muy cercana,
en tus campos nazco como hombre nuevo,
soy el crujido en tu ventana,
fiel abeja que a tu flor regenta,
enamorado suspiro de viento,
tu fiel sustento,
marco inamovible del desespero,
verbo y adjetivo de solar afán
en primavera que corre y lleva,
que abre y desgasta,
mi verdad que eres real,
y no un aliento de humo
dame una salvación,
y de la arista un primor,
en este solar muéstrame lo que pasó,
quiero ser aullido de viento,
solar empeño en tu piel canela,
dame vida que yo iré a tu vera,
una tentación que espera,
no hay miedo a esta hoguera,
este mundo habitado por fantasmas
de la gran ciudad,
me cuelgo en sus faroles
en alas de murciélago vivo,
hago entender
a este cielo de tijera descienda
su violeta pintado de Malva-Luna
clamando la vuelta de su fugitivo ocaso,
sin soles lejanos,
héroe del norte de tu boca,
mi cálido corazón hirviendo
con tu alzado amor,
mi beso de azahar que te necesito,
siente mi vuelta y su retroceso
a nuestra estrella,
no estoy perdiéndome,
me gusta tu hablar, me gusta tu respirar,
estoy dispuesto contigo a soñar,
estoy viendo al hombre mirar a otro hombre,
estoy haciendo de la bruma parir una sombra,
el hoy no entiende de vender a este anónimo,
le necesita para conquistar el mañana,
haciendo la línea que separe,
ven amor toma mi mano
deshacemos nuestros pasos al andar,
acunando campos de lirios,
dejame nacer bajo la luz del Sol,
mi respiro que mandó al cielo,
cruza conmigo la era,
estallando esferas,
hasta que nuestro cuerpo brote en flores,
por los pétalos de nuestras caricias
deshojadas.
El Castellano
XXIX.Surco de alma:
Dentro de la luz, fuera de la noche
y su oscuridad que sujeta,
estoy en el sueño,
estoy a lomos de mi araña
descubriendo mi pasado
que voy dejando atrás,
un tren escucho desasirse
es mi existencia
en tal crujido de sangre y aire
abrirse.
Ventanas transparentes
dejan mis reflejos ausentes,
busco por más
noches en vela de navegante
sin mar ni final,
yo amo la virtud
mi ser desnace en alas quejumbrosas
de creación,
de soles por ilusiones,
cumbres febriles, bosques dementes,
sombras amadas al acecho,
este es mi pecho,
resquicios de árboles
soy ciprés
soy guerrero de mí mismo,
era o no era, sin abismo,
mi tardío cabalgó estrellas
por puentes,
ríos y sus afluentes,
gramas por sienes descubrió,
un horizonte perdido
un mar de cal y canto,
era esta araña mi medio de vida,
una oración, un ruego
de que no me abandone,
cristales rotos brotan un haz de sombras
es una clase de fantasma la mía,
no se consumía,
las mentiras eran erróneas
detrás de mi escudo
donde todo arde,
el tiempo es un saco
nunca cambia
sólo cambia su contenido,
una vez la sombra brotó de mi carne
sentí su abrigo de frío
quise sonar la noche
quise ser sigilo oscuro,
taciturno del silencio,
mi vía buscaba la luz
para abrazarla,
me abrió los ojos el mundo
desnudando mi esencia
de pronto mi bondad iluminó mi pecho
y hoy soy dichoso, pleno, completo,
por saber que soy bueno,
con esto diferente a mi exterior,
y no hay mal
que no sucumbe
a mi cuchillo de luz
llamado virtud del justo.
El Castellano
XXX.Carcoma del sentido:
Araña el segundo colgado de la pared,
junto con la pesadilla matutina
que me hace esquivo y falto de tu piel
naufraga el barco sin océano
del rosario que acompañó años y años
de investida locura sin culpa causada
resquicio tibio, veloz estampa de hiel
cruel caracol que avanza en un sentido
y no es volverte a ver
días cayeron por goteo
tierras lejanas, sufridas
sin hueso ni secreto vivido
sol a sol elevado amor
preso de aquel día que fuiste musa del alba
y las nubes tornaron de color
el cielo lloró rocas duras y encogidas
como este corazón que hoy te habla sin dolor
avancé paredes subiendo peldaños
las puertas cerraron tu vista
el techo se volvió universo paralelo
los fantasmas seguían a dueto el verso
y solamente quedo algo por decir
cuadros de estirada realidad sin cielo
único demonio interior me habla
dónde quedó tu marca
tu océano para que navegara
tus años que me eran indiferentes
hoy son cuchillo de tu bien
fuego vespertino quema la tinta de mi sangre,
sentado en la silla del destino
mi valor mi honor lo injusto del sabor,
lo vivido sin catalogarlo en ofensa
libre por amor pero para ti otro calificativo,
juicios ajenos me resbalan
soy yo como yo he querido
ni envidio, ni deseo,
ni quiero la ajena sombra
construir puentes en mi corazón
escaleras que lleguen al sudor de la creación
vida sin vida elevada estima
para llegar a la cima
que es que lo escrito
un ser lo recuerde
y vea mi mente que arde
por la voz de acompañante
mujer ausente.
El Castellano
XXXI.EXTASÍA FUERA DEL TIEMPO:
Operación cero,
preparado para destrucción completa.
Temblando ruido agresivo
supresores activos,
hostilidad caótica
controlador inactivo,
ctrl.alt.delete
mente eliminada,
extasía fijada,
dominación eleva la distorsión;
extinta clase,
energía nunca muere.
Raza real avenga el paso,
controla el ruido ahora,
real es terror en el hueso,
juntos:
-Guerra al error,
guerra en la boca de locura,
nadie viene a morir hoy.
Tropas de la luna
blanden metal oscuro.
Más duro que el resto del tributo,
pura luz sellada;
fase helada en un dos tres segundos;
vidas en el ojo de una aguja
sistema sobresaturado
dirigiendo bajo tierra,
era del resplandor metálico.
Mortífera debilidad
perfección dicta
destruid el defecto.
Vandalismo ordena
descanse el tributo enajenado.
Llanto de la guerra crispada,
sórdida esencia implícita,
tercera fase encendida,
fuerza canta
ciega su falta,
exterminio en vena férrea,
faroles dormidos
esperanza difunta,
cobres almas anidan
sigilo deslizado
por entes de éter.
Energía, niveles óptimos.
Conquistar y destruir es lema,
pasado rueda
el olvido del tiempo.
Es hora de estremecer;
por un alma disuelta en electricidad,
fase oscura dispuesta,
era lumínica comienza decadencia,
telégrafos disponen alaridos en cópula
sobre postes de pino muerto.
Escarpias frías
sostienen pensamientos,
nueva era decreta,
hoy es mañana tejido en fábrica
de herramienta llamada éxito,
ilusión en cadena
para realidad de quien la estrena.
vanguardia
nombre femenino
1.
Parte de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.
"el escuadrón ganó la batalla gracias a la avanzada de la vanguardia"
2.
Minoría que extrema las tendencias ideológicas, políticas, literarias, artísticas, etc., de un grupo o movimiento más numeroso, o que anticipa las que después irán ganando adeptos.
"el cubismo y el surrealismo son dos tendencias de la vanguardia de principios de siglo"
El Castellano 14-08-2018
XXXII.Luna de lobo:
Luna sempiterna
Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,
pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.
Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.
Mas los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,
tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes,
por el tiempo de espera angosto.
El murciélago baila con el colchón de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por qué te siento incluso estando solo.
flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;
artificie luzzae.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,
noche está llamando moviendo su tranquilo velo, noche llama una vez más
para sentir que a mi lado estás,
recuerda que tus ojos tienen sangre
recuerda el viento que aúlla mi nombre
recuerda la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas
recuerda que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto
que pactamos con el hielo la vuelta del invierno,
recuerda cada latido de oscuridad que llama a tus venas de humo
recuérdame en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda que vivo para ti dando voz a la soledad asesina,
la flor vive soñando que fue mariposa y abeja,
vive durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar
y enamorarse del sol,
clávame estas nubes de sangre en el hierro de mi destino,
se me negó la luz encadenada a esta tierra sin cuerpo,
solo tú me sientes en este camino que no lleva retorno
solo espiral anhelada de renacer
el tiempo ya no nos puede sostener
camino buscando el frío en este calor que quema el alarido,
en la puerta del infierno caído,
al viento le diste voz,
a la lluvia la nombraste lágrimas de mi ayer,
le diste ojos a la sombra para mirar,
el cuervo te dio sus ojos,
la espina caía herida, la caricia retornó a las polillas,
la vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá cambiado
solo encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando tu otoño y la caída de tus hojas,
esperando que seas mi acompañante en los siglos y milenios que nos condenaron,
encontrarás esta sed del cielo en cada silencio muerto,
en cada raíz que grita en su tierra
toma de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra,
tú todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú ves.
El Castellano
XXXIII.Criaturas en el alba:
Alba marcada sin aurora,
luz en inocencia de flor silvestre
al pálido fulgor de estrella
sobrecogida.
Cristal puro de oscura mano,
Nacen virginales céfiros
ruedan laderas suaves
que grama blanquea,
destino de esta infame senda,
vivir acabar sorbo de postrer respiro.
Azur marcado nacidas estas criaturas vespertinas
de celeste insignia.
Por cuántos labores los ojos desplegaron,
secuelas flagran y caracolean,
soterrada la ventura,
un prado arrancado a la semilla,
una dicha conmensurable,
ajuar lumínico de espíritu,
árbol de ceniza vestido.
Destellaba la rosa-cruz rendida,
sus nueve caídas.
Sotos sin prisa arañando la retina;
calma de Dios personal
y sus heridas.
Imperios de ojos cerrados,
aguerrido albor, vestido
en sangre de brea,
yerta, flamígera, ascua prendida.
Injerto de toda soledad anquilosada,
sin quieta estampa fría,
procesos de procesionarias
en quitina sulfuran
que ellas caminan.
Mariposa negra y gris de ademán
nocturna venda que el ojo
no vea.
Abre el mundo
un soturno caballito del diablo,
estas criaturas esparcen destellos febriles
son sensibles al tacto
y desvanecen entre ocasos,
destierro en hierro de sangre,
sus almas duelen
sus vidas huyen.
El Castellano
XXXIV.Raíz de albor:
Broza esculpo,
sus pinceles verde azules,
idea, hazme temblar la espera,
que tu voz dolida sea lengua en azabache
de otra noche que ya escapa,
y su vena escarpe por cristales
de vítreo haz,
réquiem blandido en un cielo de espadas,
anudada en tu cintura desnuda,
áspera, erizada ella,
mi idea,
combatiendo ocasos leves
que te dibujaron,
caos febril de plateada rienda,
estrellas miles la amparan.
Su muda vaga entre cardillos de la dama
y su vestido amarillo
de rayos acrisolados;
alto templo de erizos seculares,
caracoles avanzan seniles
profundo tallo,
bella eres.
Bella en sueños no me hablas
yo me quedé mirándote
para decirte:
-Si te encuentro, nunca te marcharás.
Desdén en este mundo de secretos,
en este mundo de demonios
buscando paz,
cazador corriendo la noche,
por la vana luz
cabalga el cielo,
un aullido,
llanto de un lobo,
miseria enraizada,
cada triunfo una escarcha
en hoja escondida,
que a la mañana verás morir.
Abrazo mi calma podando,
desmochando
lo que mi espíritu yergue,
forrajes miles acampan el corazón férreo,
mi vena coagula
al sentir mi idea
que al ser pensado el camino
no abandona dictado sentimiento,
cinceles esculpen mis manos
que siembran este beso etéreo
por tu caracola.
El Castellano
XXXV.Frontera de la letra:
Se enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de plomo, refresca la idea. Frío se miraba enlucido, sentado entre pilares de fuego, escribano de la estación meditando, esmaltada la mañana en ruptura del hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por la miel del beso esperando andar, madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra hecha padre entre bruma y humo de tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me blandía mi estima al peso del hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la ventanilla.
Desvestido hueso, mineral candente
avanzando por un carril que marzo
bañaba sexual,
trinchera con centinela
aspirando humo de bruma,
entre amapolas nucas,
surcos de honor afilaban espigas,
el forraje decía quién más fuerte.
baldío encrespando la suerte,
ojal de tiempo florecido
del yerto mejor,
sentir entre la roca esperanzado,
luminosis despertando.
Me tumbé entre la dorada grama
me creció un espectro
que hablaba silencio,
y amaba sin importar su verdad.
Abierta zanja, abandonada sien,
era un miedo atroz
tejido a no tener mejor.
Noche silo de oscuridad
destapada, traspasas
mi ventana entre espejos
tu voz se hace la dormida.
Carruajes malvas del sueño
taciturno entre las espigas.
Fuegos y fusiles iluminan
tu dama de oscuridad
amanecida por soles
que bajo ella
parecen de trapo.
Canto a tus pestañas morenas,
alcanzando tu osadía
de oscura dama.
Llora mi azabache
por tener piel de arena
y brotes de la noche.
Por estos nidos carcomidos,
mis abejas construyen
sus panales.
En fúnebres procesiones
de todo lo que dejó de ser
y así descolgar
de esta araña la eternidad
entre sogas de mi calor humano.
Verdes ojos míos,
verde trigo
de mi verde sino.
La noche quiere
ahogarse en mis ojos,
que su sonido
visten y desvisten
por carcomas,
del mutilado iris insomne.
Es sólo sangre en tus ojos.
Telaraña de vorágine,
araña descendiente de turbios lares,
de lúgubres pensamientos
de etéreas raíces en punta.
Blanco sueño devorado
al compás de cuclillos nocturnos;
en ondas de listadas cadenas.
A la esclavitud del latido
encorvado trino,
es el final dictado
de la oscuridad;
la era lumínica
comienza de esta esfera.
El Castellano
XXXVI.Corazón de agua:
Hondo conjuro,
poesía de tu voz
que se hace meseta,
sobremesa de cabales,
reniego al cincel abrupto
de transparencia líquida.
Un osar que llama a la puerta,
se visten quimeras:
verso arde y conjuga el beso,
por cuanto he conocido
es insuficiente.
No me alzaron
camaleones con mi nombre,
amplio silencio
secunde largueza,
como día de recta hoja,
piélago frondoso,
perenne estampa alzándose
en marejada de fértil tierra.
Recia infancia
en linderos de semillas regaladas
por las que nazcan hombres de hueso,
flor en mi entraña parda y austera.
Dura piedra todo corazón,
lustrales colores
hasta el desnudo cielo de zinc
y su verde tallo que no palpita,
no deja su hondo manso lustre
en sortilegio de su espejo
que yo místico sueño.
Me desconozco
en este sueño que la letra
me tejía buscando luz
entre la bruma,
encontré mi corazón de agua,
nadando, casi despertando,
mi leño sin cruz podada,
llegué a la oscura nodriza madre,
la tierra.
El Castellano
XXXVII.Son de mí:
Destellos de luna
que llora su azabache
blande el grillo su sino
a la hora que luce la azucena amarilla
sus galas perfumadas
se duerme la lagartija en su refugio
un grillo caza un autillo
me bebo mi copa de vino
el sonido duerme
otra noche estrellada
baila la llama
de mi vela
sera otra noche en vilo
contando mi insomnio despierto
el hueso de la luna brillará
su mística oración
de la penumbra llena
cuando mi yedra
trepó a tu ventana
esta noche de primavera
y el colchón de tu cama
no te vale
para guardar lo que por ti siento
hace más frío que antes
o eso creo
seguiré mirando el reloj
a ver si se hace el día
y la luna me guiña un nuevo día.
Son juegos de luna
que otra noche
en mi lago se verá reflejada
el agua me cuenta de tu cristalina alma
que yo por ella colgaría
mi traje de estrellas
el azabache que llora la noche
se agota mientras miro mi almohada
será otra noche
que sienta frío en mi cama
el cristal se empaña
mi Dios está en la lluvia
cae de nuevo de la vereda a la rambla
la soledad se hace cuarto en mi cama
la cortina por la luna
cae iluminada
otra noche destapada
que cuento los minutos marcha atrás
de mi insomnio desvelado
una noche que corren
mis cicatrices silentes
y el sonido de los nocturnos grillos
se blande lejos
por crear un horizonte
cuando la zarzamora rige en espinas
su amor a la luna de plata
crujía mi alambre
que sostenía cobarde mi noche
son juegos dementes
del sueño taciturno
que quiero alcanzar
mi ventana está iluminada
será otra noche colgando de su hueso
por un despertar siniestro
de la pesadilla cabalgada
sosteniendo mi cigarro
me prendo el alma
por cumplir un sueño
que me hizo taciturno de tu sonrisa
que encendió tu amada voz
hoy soy simplemente yo
el que ha venido a dejarte un beso
quiero que me esperes por si vuelvo
a dejarte mi corazón entero.
Nueva generación de lo escrito
que junto clama por la vida
se afila en el alambre
el sentir de una mariposa
todo lo sentido cae marcha atrás
se derrite en el cristal de mi ventana
por si vuelvo guárdame un beso
yo dibujaré el resto
ilusiones ardiendo en la llama
altivas voces perdidas
vestidas de sueños rotos
oye mi súplica
rompiendo el momento
deshaciendo la noche
que corre por mi reloj de cuarzo
entona el son de un grillo despierto
hoy por hoy ayer por ayer
sigo siendo el mismo
o he cambiado
no lo sé miraré
el alba y su encanto
otra noche que cuelgo esperando
de tu pestañeo
todo por decir
y no dije nada
nunca podrás sentir esta soledad fría
que late su caricia
amamántame un camino a encontrarte
soy yo rezando al hueso de la luna
que vuelva el antes
todo se enarbola regio
en la tela de araña
reconozco
que he caído en el ayer
que me dibujó feliz
el puerto negro
hoy luce de nuevo
fuego intransigente que arde mi mente
segundo dormido deslizado
por un tiempo inerte
no será una noche
esperando mi muerte
por si tengo suerte
y bajo tus labios me mece
que sepas que yo por ti
deshojaría el horizonte
y el azul del cielo
dejaría su sangre
resumo en el borde del papel
mi latir preso de tu firmamento
para acampar a hierro un beso
yunque sonámbulo
sin dormir que me mira
y yo nazco en su sonrisa
para nacer el nuevo día
sin tu vida con mi vida prendida
cabalgo un ocaso
hasta llegar a la novena estrella
y henchir allí mi corazón de nuevo
como en un comienzo
mis grillos latieron de nuevo
el frío de mi corazón
ardiendo al cielo
el sentir preso
que me hace desearte entero
mi casa mi hogar y mi templo
lo guardas en tu pecho
cuchillas afilan el sentido
que vendrá a rodearte por si vivo
y por si vuelvo a tus brazos de nuevo.
Que sepas lo mucho que yo te quiero
y el cielo se cierra
sin tu sonrisa tierna
mi Sol está muerto
también murió
la luna de invierno
bajo tu pestañeo
que yo entero lo quiero
es el momento, es el tiempo
de clavar al firmamento
lo que yo por ti siento
y por la mortaja gris yo quedar despierto
nunca olvides lo sentido
que nunca se tornará lejano
sueños disparados por la boca de la estrella
nunca me olvides
no siempre todo lo bueno tiene un final
mi amor por ti
quedó en mi corazón sin apagar
y que el mundo gire y se estampe
que yo a ti en mi corazón
te tengo clavada a espina de sangre
esperando mi suerte
que un día yo vuelva a verte,
destellos en el horizonte
baila un día que te mezca mi caricia
buscando la eternidad
te encontré a ti de nuevo
y mi mi charco se hizo abismo
de todo lo vivido y sentido
que sin ti quiebra y carece de sentido
espero volver a la vida algún día
y que mi cielo de malva-rosas se tiña.
El Castellano
XXXVIII.NOCHE LÚGUBRE Y UMBRÍA:
20 septiembre 2011
A ti noche oscura te escribo.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco.
Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.
â
EL CASTELLANO
XXXIX.Ruido en el silencio:
Lloro soluciones
caminos opuestos
a verdades encontradas
ojos desparramados en las venas
de mi no pertenencia
a ninguna ventana de existencia
asumida en alas de un motivo
que haga correcta la dirección
en esta piedra viva llamada tierra
donde todos los ángeles cayeron
solo voy contigo
desde que vine a vivir
escucho el ruido del silencio
crepitar en la llama de la luz
sin conocerte conozco tus defectos
absortos, plenos, derramados en virtudes
somos lo mismo quizá
un camino dominar energía
servir empleando la perfección
tú no puedes oír mi voz
te hablo a pesar de no ser tu dios
desde este lugar sumiso
donde todo es lo mismo
veo caminar en mentira cabalgada la ciudad
elegí el suelo mirar
lo que crecía me hizo brillar
ideología ser yo mismo
allí donde te acaricia la palabra sin mirar
maestra la ley natural
que amo compañera
creencia más allá de la elevada conciencia
eclipse de mis soles de ojos
que te miran fascinados
para ser el último hombre
ningún resurgir,
ya quemé todos mis errores
cauteloso mi destino de nuevo hombre
carreteras del perdón sin motivo
uno luchando contra lo que le hace
no ser uno mismo
intrusos en los cielos
me llamaron llorando la verdad
obligación de acabar con el demonio
de uno mismo
invencible del silencio
escalo la tierra
uno amo la noche
dos amo la ley del dios Sol.
El Castellano a 07-03-2015
II
Poza del ruido en el silencio
gonde gotea y cae absorto el péndulo,
pulso en la noche,
noria febril de esquilmada razón,
espinas de corazones
que ya no sangran lunas de ataduras
ni huellas de números.
Plomo y verdín tan cercano
como tu sonrisa pulcra, afilada
en la piedra generosa que eres ahora
como regazo fuera del regazo
mineral lírico, ambiguo, galaico
como el pazo y su signo
denyto el muérdago y su tejo.
Tranvía que caricia enjoya
cautela de luz brava.
Estabas tú en esa cautela
llorando soluciones sin agravios
sólo estelas en señales.
Senderos abren opuestos a soluciones
encontradas.
Expandidos los ojos en las venas
de no pertenecer a nada
que haya existido.
Sumisión en alas de un motivo
que haga correcta la dirección.
De mi libertad recta.
Melodía de ruido en el silencio;
llamas arden su luz.
Con la conciencia de un expresidiario acuno
que nazco en este lugar sumiso,
donde todo es lo mismo.
Desde que vine a vivir sólo voy contigo.
Las corrihuelas en flor bailaron,
no se hicieron para damas
de silla y oficina.
Tallo regio de lápices,
no se diseñó para volar
como pluma estilográfica.
Muerte presente, cristal de mi rostro discreto,
eternidad azogada del mañana.
Ven, ven por mí, me estoy disolviendo
como asfalto en cloro.
Juega cariño con mis labios;
no están diseñados
y si se conocen es entre ellos;
abre y fecunda el cáliz
de mi sueño
ahora que caigo hacia arriba.
Como escama y espina áspera, marca
del final de los tiempos.
El Castellano a 07-03-2018
Ruido de nirvana:
Es solo ruido
en las hendiduras de mi calavera,
un iris doblado del nirvana,
un hastío florecido,
es una calma de mi dios solo,
un panal infinito de belleza,
fatal hoguera consumiendo,
desmembramiento de soles,
entre fulgores amarillos,
que el nocturno, sujeta,
sangre de acequias perdidas,
felicidad enjaulada
que algo me cuenta
de sus tulipanes amarillos,
por crisantemos helados
viaja mi esencia, era un caminar somnoliento
una noche que silba,
cantando con árboles difuntos de otoño,
es una vida de mi araña destapada,
un tejer sin estrella,
un álamo que ya no vive lejos,
derramada, acostada, nacida esta parca,
hoy yo sí estoy hablando,
mi sentido yerto desconcertando,
que era un ajuar de gotas del alba,
por la carne de metal de esta azada,
quién fuese silvestre como una planta
en este mundo que se envilece,
destierros forzados de la locura de la ciudad,
escarchas dolientes entre mis sienes
que azogan solares póstumos
de mi serenidad alcanzada,
es un firmamento para cabalgar a voces
que lo mío es para siempre,
como un candor fulgente
en estas hogueras
que el aliento helado, de la vida cuecen,
era la cara oculta del espejo
un aullido de la fiera
que el tiempo arrastra
entre punzones enajenados,
avanzando la caducidad del hombre,
era mi suerte una rueda
y una hélice que no volvía,
era este tiempo como la dimensión
del pez muerto,
clavando cuchillos al éxtasis
de la creación ensimismada,
ardor de los mil fuegos
deseo haciendo bandera,
hoy no me arrebatarán nada
ni el destino que todo se adueña y lleva,
cruje mi calavera,
haciendo sonar este silencio duro,
desnudo mi chopo
queda ser como el rocío primero
para besar sus labios de mujer verdadera,
un viaje por su fantasía,
estoy flotando en sus olas,
disfrutame estoy volviendo realidad
nuestro sueño,
reinando este corazón,
siendo austero como un jarrón lleno en ilusión,
siendo caballero de tu dura sonrisa desvelada,
que acapara y acampa
el alma de mi polilla de cemento.
El Castellano
XL.Redención sagrada:
Cuando los ángeles desertan a morir,
en los ojos de otros ojos
estás buscándome,
me despierto;
los dioses celebran
un silencio sepulcral.
Colores me evocan de la nada,
ruido cómplice aborda
como navío tiznado al 2025
senderos del mar de tierra
que abre mi lengua en tu guarida de boca.
Melodiosa suerte de la máquina de tu cuerpo,
tonos sobrios, vespertinos
absorben la mirada como filo inexpugnable.
Absorto cae el tiempo en tu sangrada candente
azada dispuesta, es tu verbo un franquear de desvelos,
que respiran estrellas fratricidas.
Es un solo cuarteado en siglas,
los soplos resplandecen vibran al son de nueva grama.
Sombras inmobles cuentan de tu respiro
infranqueable, por jóvenes tapiales
de tu inexorable, florido, grandioso desvelo
de metales,
cobres anidan campanas de media noche
aguardando el surgir de lo sepultado.
No frena la sintonía de tu saliva, una,
ensueños duermen llamando se cumplan los anhelos,
cuando los ángeles desertan a morir
tu mirada se enciende, abismos silenciosos se prenden,
tu voz se hace palabra.
Me sigues te sigo cariño de ternura dispuesto,
luz enraíza tu alma, efímera en mi mano,
vuelve a mí una paz que ni los nichos toleran.
contratiempo por fuelle,
magarzas de otoño,
corona de reyes en primavera,
etéreas hojas a solas peregrinas,
dejando embriones por verso,
capataz de siembra única,
al compás liberando golondrinas,
punto de Sol a ciegas,
es mi mente surcando brumas grises
que me acercaron.
Vagido indeleble,
fúlgido yo destellaba tu sien sin marca,
caliente al arrimo de mi ser,
valedera fuga sin ocaso,
un caracol en un verso montado, arrastrando:
sacado del pecho
como heraldo sin desquicia semblanza,
corriente arrastrando cadenas de errores,
fruto de libertad
y conciencia sellada a ciegas.
Comiendo raíces por hechos
en fruto divino insoslayable,
frío de noche
bañando la casa de lo eterno
llamada diosa de tu entraña
mi musa bella.
El Castellano
XLI.Palabra sin boca:
Deshojo mi momento
para abrir la puerta helada
de un infierno flagrante,
me entablo y conozco al insomnio
y su hermano,
avanzo despierto un linde quieto
del pensamiento ensordecido,
tapias derrumban
azares de ojos abiertos
y parpadeos veloces,
resquicios oníricos
que dormir es para el vivo
agua en sequía.
Resumo que venzo
quimeras ultrajadas
y anillos sin manos,
después de mi vida
sangre en los ojos acaso queda,
resguardo al vil enfrentamiento
padre de mi conciencia enclaustrada,
otros tiempos mejores
ya no sueño,
todos marcharon sin balde
dancé en la oscuridad de mi mente
y vengo a verte.
Sigo de frente
ocasos dejaron su malva rosa
a su suerte,
pensamientos casaron su negro
con el color de la tierra
sin germinar
sin brotar simientes frías
que suerte canta nanas.
Granate lustre postrado
que fue desertor,
afilo mi colmillo
hematite nace dispuesto.
Es una sombra que fue destino,
abierta a la altura de fauces
y su hocico,
es la generación del pez muerto,
carpas de personas bogan sin aire,
otras aman lombrices con mandíbula.
Yo amé una lagartija
hasta que tiempo quiso,
desquicia febril no traigo,
por un pantano soterrado
nadaba mi sentimiento,
recurso de memoria
no era ausente,
ni se avivaba como lumbre.
Directo al patíbulo de la suerte
fueron las venas y su sangre procesionaria,
un marzo que corrió sin verte,
metal de espera intransigente,
acaso soy gente,
seguiré sin preguntar a mi mente
todo sea que conteste,
un camaleón fugado
de quien yo era.
Agresivo
sí hasta la muerte,
sé quien soy y si vienen por mí
no seré yo su suerte,
lit C et summun canae,
miles dei lumen
apostado y recto a vencer,
insectos caminan su linaje
respiros blanden peces en tierra,
alto alto como sendero a la nube
me vio nacer
el mundo y su mente ausente,
bondad relucía sin prisa
quién afortunado la asesina,
¿acaso yo no estoy durmiendo?
parada en el bosque demente
que mi hambre vierte,
llegó el momento
divisaré mi juramento despierto
porque soy humano
vivo muerto.
Förüq 04-03-2018
XLII.CEPAS DE UN DÍA:
Sangre que tiene bordes,
coraje espectral de imposible azar,
como pez dorado rige el sentido.
Día o respiro, fugaz aleteo sin calma;
acto que baila en bigote del pez gato.
Es en esta suerte la vida del bastardo,
flancos ocres tiñen el linde
por sombras vanas que arregazan
la prisa del estambre.
Cómo se tejió la expectativa
acaso fue sin semilla.
Al párpado encumbrado
azoto que lanzo
un generoso transporte,
aire o humo, acaso eso.
Espectral brisa que cubre,
fresca flor en soto sin nube.
Vivir en muerte batiente
tender tierra y escribir sangre
a la Rosa.
Igual se aventaja el agua sin forma,
de viejo silencio,
de final desempeño
como prender la estrella
en su mismo fuego.
Abrir la tierra y sembrarse
eso trae nuestras vidas milenarias
de rebeldes índigos.
Diferencia ensordecida, muda y ciega,
impalpable, insensible,
inmutable, insoslayable,
reverdecida, engrandecida,
incuestionable,
regencia sostenida,
con lo que os determina
a ustedes abrojos vidas de un día.
El Castellanoº
XLIII.Espiga de agua:
Con el filo y brillo reluciente
está la espada,
blandiendo surcos
en fosas funerarias.
A lo que su empeño sucede.
Quilla de un flagrante monte
surcado por el metal
de hilo de cobre,
sonaba con el viento
haciendo temblar calaveras
en lo alto de aquel poste de telégrafo.
El viento tenía estridencia
y lamento seco.
Digno a desatar quimeras y bestias rectas.
Capaz de dar voz a lo inerte de la vida.
II Hoja:
Allí plantado como se siembra una pipa
me encontré, detuve el sonido
entre escalas y cielos soterrados.
Planté una pila de lluvia sobre marzo,
contestó entre gramófonos la tierra;
una melodía jamás interpretada
y jamás semejante o similar
a haberla escuchado una vez.
Era como un maullido entre gramas
y bocas sedientas.
Como cerrar y esperar que la compuerta secara,
como desplomar semillas
y aventar espigas;
plantado como una sola
de carne y tinta
que la espera viola.
El Castellano
XLIV.AZUR DESNACIENDO:
Esencia intangible,
no hubo na terra,
que ni dioses
osaban mirarla,
ni albergarla;
ella sollozaba,
cual flores, incredulidad
brotaba.
Ella era encargada
de sembrar en ellas,
rocío perplejo
que en suelos germina.
Pureza
en venas;
lo que la perfección era.
Crisol insostenido
por cauces febriles;
inteligencia
en mares secos;
abejas de ideas,
colmenas
con intelectos graves.
II
Que cubre valles y peñas
inusitadas
y sus penas ahorca;
su misterio
enhechiza toda alma
quién arrullarla sin dañarla pueda,
será dueño de la llave
que encierra a la virtud
no enseñada.
III
Cae la noche,
sobre ingrávido
lecho de mi juventud
acostando luna de cuarzo
entre áspero frío.
Cuerpo mineral candente
quieto en pantanos de tela,
retorcidos sus destellos
en esta nube de leche;
el fango fragoroso gira,
imploro a esta luna que ame,
y el morado cielo ladea
mi sangre verde.
es por este escarabajo
que llega el verbo.
Soledad, soledad tus pulcras alas
que vencen auroras de adoración.
Aurora funesta clavada la hora
vorágine o trasiego
LUZ que ignora
si acaso nace.
Tu liso, amarillo barco,
de oscuro torso.
Tus infinitos beso
dime corazón al apoyo
de tus párpados.
Cuál profunda verdad
en esta espectral rivera
de ondas líbicas.
Espuma densa
de océano de ideas entregado.
Profusa ascua invencible
es mi dolor que más no quiere
retirarse;
que sentencias invade todo ojos
montaña de hojarasca;
cristal de pulsos
que tu imagen toca.
Suspiro fresco
en labio extinto de sombra
día que no se encuentra,
su densa forma.
Cuerpo con agua de estrella;
querer vivo que llega al aire,
tiende y espera.
La muerte que renace
por fuegos de brea
en el aire.
Abren batientes pétalos
de viejo silencio esquilmado
estallado esplendoroso.
Acurrucados sobre un lecho
que la brisa abre;
trocados rayos de sol
esquivos, en plano de verde follaje
por azur causados.
Astuta golondrina encontrando
la dócil rama.
Mundo sin mentira
de la vida,
se abre este mi manantial,
reluciente de esmeraldas, desposeído.
Y todo siente:
-Que la sangre miente.
IV
Terruño ojo victorioso
aplaca sus arpas irascibles
estrujando abismos dolorosos,
petrificados.
Reniega la boca vegetal
casi viva
promesas en frente de violetas.
Cantan amando el claror
lírico, estremecido
coágulo de viento
en cientos de porciones
esta luna quieta
que semejanza quiere.
Descubierta la zona umbría
donde yago de yacer.
V
Aplasta mi sombra
contra sí misma
derrumbando opacidades
de granates profundos,
ballesta, súbito forjada
a tu entraña.
Derrite mar de boca
que pide extensa
negra noche
y sus espectrales corceles.
Tiembla que rueda
paz, orgullo bello.
El desliz, ráyame firme;
conservo mis principios
numerados.
Reluce mi roce pulido;
entre-cielo asido;
palpita mi iluminada tristeza,
haciendo camino.
Vendrá mi torvo grajo
se constatará mi lucero roto.
Turba mi aliento
bajo mi pecho la quiero
con montes limpios
enturbiados por sarmientos.
Delinean este viento.
Lividez plena,
fuga el desaliento
con todos los jirones
de mis ascuas.
Diáfano, ancho, repleto
a trote primerizo.
No cabalgarás,
no cabalgarás si no es conmigo.
Cabalga, cabalga
el llano, que sólo a mí lado
cabalgarás;
cabalga que sólo a mí encontrarás.
El Castellano
cabalga con su espada en mano
todo tu llano.
Hasta divisar todo lo que amo.
Sembrada el alba
que apacigua
la noche que negrea
en estela conmociona
mi luna extensa
que bajo ella,
siempre
estoy en taciturno hechizo
contigo y mi falcata.
VI
Embeberme la luz
sin forma en ojos distantes
luz de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre.
Yo besé las amapolas de los campos,
buscando me embebieran
la forma que como eco
apagaba.
Heridora en cascada
se aposentaba mi bondad
aquietan aguas longevas
la feroz sien
que me dio mi padre.
Nota:
Embeberme la LUZ
sin forma en ojos distantes
LUZ de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre,
yo besé las amapolas
de los campos
y heridoras en cascada
me entregaron sus hijas.
Nacidas tras yo sembrarlas
esta primera lluvia de septiembre 2018.
VII
Cuchillo que tu voz asesta;
mi pecho sin coraza hiende.
Camino mi desvelo enjaulado,
cuenta atrás de la tierra quieta
y sus grillos asolados.
Oh me olvidaba.
Esto es la resurrección.
Indemne entre losas
de azur firmamento.
Respiro entre rosas
las espigas por llegar.
Dilata los verdes la tierra
sosegada dicha trasiega,
un día cenizo
de esta la otra primavera.
Estoy escuchando semi recto
el retemblar de hojas huecas
sobre la gravedad
de un arroyuelo que fluctúa
cauce entre la copa
de árboles;
sobre semi vacío cristal
con limpia brisas
encima de un blindado
cantaba, dictaba
antiguo sargento
su presionar, disparar
como hueco
en la ausencia del polvo.
VIII
Abrid la ensenada al capataz
del brillo primero.
Tímida la floresta
escondía sus amapolas.
Núbiles gestos danzaban
la cabeza en loma
que silvestre evanescía
el coraje de la flor.
Vuelto mujer por Ostara.
Patio de perdices
que soslayaba
entre el quejido
de carrascas afiladas.
IX
Hacían sus hojas
mi última espada.
A mi izquierda
el peso
de su hierro estable.
Sibila destrenzabas
tu cándido mirar,
en fraguas de belleza,
inviolada.
En tus altos,
profundos
ojos de ámbar.
Luna que en fractura
recorre mi tejado de alma.
El Castellano
XLV.IRIS EN OJO DE SANGRE:
Vena del cielo:
Solitario rayo estertor;
siniestra umbra,
escala la cuchilla
de tres arañas colgando,
hoy es por mí
nunca quede huella,
destino en azar hendido,
lleno, repleto, asido
en el origen primigenio,
madre ella del color,
asume este sentido yerto,
agujereado en haz luminoso,
nitidez en halo
de nocturnal visión
derritiendo,
devorando astillas primas
de subrepticia enhebrada,
padre flamígero del fuego soy,
elemento hermético
de tres sentidos,
arder, conquistar, consumir,
estelas abren runa clave
Gemineye,
sangre de este ojo,
perplejo soliviar
en azur abriendo pulcritud
inabarcable,
inicio de sabiduría en vena,
muerde,
acaba esta espera,
raudal extenso de pura visión
en certeza
de sentido superior,
cristalina esencia
descendiente
sin parpadeo fugaz,
crisol de valles
y gramas feroces,
deslices del afán superior,
dar sentido a mi vida,
ojo de sangre calzo,
cabalgo anquilosado designio.
Ancestro del lobo único soy,
perplejo sentir asido
del diablo en simiente,
primer ángel caído consumado,
errático vuelo soterrado,
magia del silencio encumbrado.
Visión, y sueño,
indescriptible con lenguaje.
Si te ocurre lo mismo
no eres capaz de usar razón
y ordenarte abrir los ojos
y dejar de ver;
como un corzo paralizado
por un lobo estarías,
imposible por sensación
hacer desaparecer lo que observé,
por extasía, incredulidad oxigenada,
belleza en percepción,
la pureza en sueño
en imagen mental
que escapa a todo,
vi el azur
por decirte aproximándome,
en un ojo femenino
lejos de este mundo
y de todo lo conocido
o descrito,
fué una sinestesia recta,
sin ser más que tocar el color
de la Oscuridad nacida
a ojos cerrados,
sumisa, displicente,
involucrada en crear
sonido del vacío absoluto,
sigo perplejo y asustado.
Es lo trascendental del infinito,
como ver el origen
del color formándose en un ojo.
El azur, el verde turquesa,
y azul mahón
no te puedo decir más
que esa belleza no me cabe en el pecho,
por algo sigo viviendo
no hay azar enraizado,
hay perfección.
Luz me arde ahora
en el mirar ciego del sueño
sin miedo sin embargo
saboreo el viento,
los cielos me poseen
de nuevo sobre los años
que ellos son,
algo llega a la rosacruz
de ayer
y sus nueve caídas
de sus ángeles despiertos
en tu sueño me ves invernando
dorando mis pelos de murciélago
bailo el colchón de nubes
que sostiene esta mi noche
para desaparecer llorada la tierna cara
saboreando una sombra más
que me vuelve
imperceptible
muerto sabor
de obscuridad sin faros ni luces
ni fusiles que matan hermanos
de su tierra y sangre
crecieron los caminos
y el rojo fuego versado
brotó en flor de amapola venidera,
dime qué debo hacer
¿Algo erróneo?
No puedo volver atrás
se sostiene aparte
la fuerza que nadie alcanzará
nada por cambiar
todo está hecho
algo que asalta aparte
puedo volver y empezar de nuevo
sin mí, sin vida, sin cuerpo
sin lo que me ata a éste mundo
mañana veo el futuro
la destrucción del pasado
quedará atrás.
Corpus, anima, crescens
sol refulsit,
lux
et patientiam meam scientiam
florum, est vita
nosotros no somos lo mismo
la bondad sangra las venas
gustos, deseos, vencer,
arder sin perder aposta la partida
esa que las hiladoras tejen
momento del momento
nacido absorbiendo el hilo del tiempo
las piedras lloran flores
el final es volver a empezar
viendo y amando
el ancla errada de mi lugar,
continúo al cuervo
que me vuelve más fuerte
ave más inteligente de la faz
poder de la misma
energía
en tormenta de conciencia
siendo ese rayo solitario
que partió todo inepto,
inconsciente tormento.
El Castellano
XLVI.MARGEN BRUTO:
Vagido azar indeleble
quebradizo como abrir
la nuez del tiempo líquido.
Sostenme al arrimo de mi pecho,
no idéntico, no pretende ser
fuerte, encorajinado, denso palpitar
en soberbia luz destellando,
supervivencia en retórica translúcida
rayo y secuela de impávida nota.
Azogue de medrosas secuelas,
abiertas de azar hondo y arcano,
silencio; entonar diviso
todas las trompetas de los ángeles
un prado flamígero
en miles lenguas ababoles.
sangre de tierra transmigrando pudores,
por cuanto mi fecunda indecencia
llegó a conocer en disparo,
en disparo propio
en nuca del siniestro azabache,
fronteriza rivera de álveos
y azucenas nocturnas.
Florece una paradoja exiliada;
susurro en tinta roja
no ceso de cantar para escucharte.
Estruendosa quimera
en inteligencia seca,
secuaz de millares pensantes,
camino de zarza y endrino
camino de vida y un sino,
fuente, abrevadero virginal
descorchado, símil destilado,
por cientos renacuajos ideas.
Rebelde soga a mi condición en una encina,
vaivén en veleta con el viento
raudal trenzado, en mimbre cabalgo
veleidoso, regio, espina sangrante,
tránsfugo renegado a morir,
rebelde índigo de 1989;
hidalguía desdeñada por tierras
y cuchillos de espigas,
con ocres carraspeados
aguardando ababoles matutinos
semblantes esparcidos
como entes rutilantes a la espera
de haber nacido.
Encumbrada la libertad
de nacer sin parcela;
resumen de vida de una vida
bajo tierra.
Rumbo a zarpar
la vía astral
que todo lo acontecido
es la historia de un muerto.
Ajeno seré cuando silencio
deje de ser concepto poético,
como azul duelo de espadas
que separa toda naturaleza humana.
Tu vida mi golondrina
nueve cerrojillos
azures de tres llaves
hoy abriste uno
de los indescifrables,
anhelante, deseoso,
inescrutable
rindo mi oscura dicha
sin desliz condenado.
Fuego soy.
Elemento compasivo.
El Castellano
XLVII.DENSO HALO NOCTURNAL:
Fuentecilla parece mi noche oscura,
fuentecilla retozona,
y de verdes lamentos quejumbrosa
como sombra leve de mi pájaro piador
que acuesta a dormir su entraña.
Sombras largas que descubren
el canto los lisonjeros grillos.
Blancura y azabache descansa en la arcilla
el nido mi golondrina.
Al fresco respiro de mi chopo soñador
lanzo un severo destello argento.
Longevidad imperial cercenada
como retazo de persistente
carcoma manida a mi verde intelecto
grave;
embaucaría sin tenerla
todos mis instintos,
todos mis impulsos.
II cuartilla
Canta , canta mi pena azul
sin ocre zozobra.
Abre el verde ramaje,
a la espesura de mi idea.
Entre un camino serpeaba
como culebrilla de un destino azaroso.
El murciélago castellano
rasgaba bailando, ladeando
el cielo mullido
de levedad de colchón sin luz.
En sintonía opaca que rodeaba
y acariciaba.
El cielo abría su sangre a la noche.
Un sopor de estrellas
que en este verano no tardaban,
y el rudo vigía ciprés soportaba.
III cuartilla
Bajo tenue luz de luna
que los sentidos arrugaba,
y mi fiero ciprés de lanza colgaba.
Avanzaba por el camino
los álamos,
como un sendero
en cal de maderos cenizos,
rumbo al Valhala.
Alumbrado , rememorado,
anhelado
por todo guerrero .
Era un olmo frente la tapia
de un cementerio
en Fuente la higuera.
Caminillos de hormigas dispersaban,
desplazaban los vástagos
de forrajes venideros.
El Castellano
XLVIII.TU AGUA CIEGA (SANGRE)
Afilo hasta pulir el filo
de tu sonrisa yacente,
entre mi pecho de piedra;
sonríe a tu agua que no se piensa,
ataraxia momentánea
en sangre esquiva verde,
plomo largo de idea batiente,
cesando terco y fructuoso aljibe
donde se almidona la sed de tu cicuta,
surco cielos extensos
de golondrinas cromáticas,
esperando ponerlas nombre.
Acantonado se estría mi respiro,
cromo que abre el tiempo,
por nubes de besos de zinc,
acrisolado mejor extasiado
el vértigo en lienzo
sin melodía ocre.
Desnaceré
y no acabaré de irme
sin regentar
tus reflejos muslos férreos
en musgo de caricia anhelante,
de abrir la noche
dentro de tu párpado cerrado,
abierto a dulce relámpago
de mi color áureo.
Albino se ciñe mi sino
preguntando si un alba
me oscureció el cabello,
acaso sueño,
perpetuidad de constelaciones
y raudas estelas
que guardo en mis bolsillos,
ninfa, pléyade, musa
de acuartelados suspiros
entona tu arpa notas de agua,
abiertas al iris.
Abeja de esta mi escritura dicta,
tejer la celda,
y el polen será la letra,
cuál la reina oscura
que quiera miel de flor sonrojada
que espera,
tibieza en sueño de metal,
hematíe sanguíneo
que tu surco devela
y avanza en punta de lanza.
Llamada prosa a 23-08-2018
El Castellano
XLIX.MEMORIAL VETUSTO:
Despierto mi criatura;
tú no comprendes lo que yo te quiero,
por tus manos hacen nido las sedas;
falanges silentes, cumbres
de cuanto mi placer dispuso
asúmelo todo
en tu pavorosa grieta
de brillos fugaces
y transeúntes luciérnagas.
Lucífago apodera
tu nitidez severa.
El poder pudo
lo que el querer expuso.
Osada no es mocita
pero oro antiguo luce
en conocimiento.
Que a imaginación prende fuego.
II cuartilla
Luz de la sombra
de tu carnal espera,
anida golondrina
mis campestres manos.
No habrá retroceso
ni vuelta de hoja
sin enraizar nuestra alma.
En vértigo cobijado,
sublima mi dicha:
junta conmigo tu vera.
Rito de Sol y ambrosía
de padre Lugh.
Perversión esquiva, llamada
en retazos de cumbres flamígeras.
Apasionada dame tu voz.
III cuartilla
Anatema me anuncias
por tu opio en letra.
Todo es negro,
hasta el amor.
Júrame la vuelta de una lluvia
de tu boca.
Mi arco es ballesta.
Ausencia llama por sí sola,
a exigir unión del eje
y la orna.
Cuerpo de metal,
agua de su espiral.
Pureza consecuente
deslices y febriles osadías.
En plantilla de sangre.
El Castellano
L.CORNUCOPIA DE ESPEJOS SEVEROS:
Manso río de tu frente
tu tenaz blancura duerme.
Confía mi raudo deseo
a todos los dioses.
Vides ut alta...
Piélago ferviente
tu dulce entraña nace.
Vientos hondaban irritados
fértiles voces
acepta que en el campo de Marte
sembré tu dicha.
Abrojo puse en rinconcillo ofrecido.
Nireo empujando
su hermosa lanza ciega,
brillan de Pirro
encendidas flechas voladoras,
este rigor blanco y desnuda,
que aguza
favorita Perséfone,
aguas puras avanza Nearco,
soberana musa Calíope,
no baja.
Cadenciosa lira abre los cielos
en funestas auroras.
Melodía descende caelo,
y riega los bosques de Bancio.
Expresión de mi deseo en espejismo
oírla,
en todos bosques
y arroyuelos
eterniza.
Esta fatídica región,
de dioses dirigiendo mortales.
Yo por ellos
y mi obra
estoy que beso el suelo.
El Castellano
LI.SOPLO DE CONJURO:
Veo color de certeza,
color a la esmeralda,
por follaje caduco
de ilusión adusto
en noche silenciada;
halagüeña tiende
su cuerpo, negras dichas
como el tiempo no llora;
en albo espíritu
en suelo sin hallar
bosques y sus frondas suaves.
Pliegues de sombras
bañan sus pestañas,
nítida y hosca
lejos ve en flor
mi sendero castellano.
II cuartilla
La espera sonríe
lecho de tristes ecos
y encajes de apenadas auroras.
Dulce cicuta al rayo acrisolado.
Puro mi aire
de luz enrojecida.
Vistas en colas de lagartija.
En ojos de araña,
no se valla,
conjuro sopla
en alas negras.
Vivaz tordo
en busca de lombriz
de idea anhelada.
Nubes de éter
en agua ardiente sin agua
ni limbos profusos.
III cuartilla
Verde transparencia
en canal llano
por arroyos fluye
sin balde;
quejumbroso término
de mi amparo.
Camino a relumbrado
misterio,
adoré la llanura muerta
que mis fuerzas, aviva.
Tardía arranca oscura arboleda.
Sombra sin esperanza,
casi viva,
muerta la precoz flor.
Amima la pupila ciega,
descanso sin ancha lengua
sobre tus pulcros muslos
ensortijados.
El Castellano
LII.LUCIENTE LLAMA:
Escita levantas,
de insigne pasajero gesto.
Mi dulzura de cólera nacida,
cantad mis años dulces
a Diana,
entre boscajes
y frondas suaves.
Donde el torvo cielo no amenaza;
Allí se blanda
mi ser recto
de conciencia pura,
cantos se erijan
de verdad desnuda.
Sombra de saetas vanas.
Sangra, luz viva, altiva,
nada sin tus honores consagre
el viento de plenilunio.
Ceñidas las verdes sombras
de las hiedras arrancando
liras al pueblo fragoroso.
Vieja entraña lacerada,
escucha el reverdecer
de la sagrada cepa.
Sin honores no hay versos
ni comensales.
Cuál la vigorosa, valerosa
Quimera
que el ser no enrosque
llegada la hora.
a 06-09-2017
II
Era tu entraña en flor,
un misterioso relato que ostentaba
la vaguedad de tu música;
tu pureza, apaciguada.
Suspiro de tus dulces fauces
notas sublimes
de tu espíritu cristalino
mi oscura golondrina
que hermosea tu entraña enervada
delicada sangre que da vida
al penetrante sarmiento.
Belleza tú, de altivo rayo
de lo bonito repleta tu hermosura,
``palabriñas mimosas e sentidas.´´
Así eres tú.
Río y caudal de poesía
que serena caes a alterar mi sentido.
El Castellano a 30-08-2018
III
Quiero ya los fríos vernales
que los tapen tus caricias;
mullidas en piedad lisonjera.
Por cuantas secuelas
arrostraban indelebles mis trazos
de rieras desangeladas,
a cal y canto fervientes
solas, solas
como cuando se siembra la tierra
y crece en su rivera
la amapola
que abriendo abril,
juega y mece
tus labios carmesí.
Negra celada duerme mi otoño.
Negro iris conculca
secuencia inamovible.
Fúlgido astro cabalgo.
Satinando tus besos
en luz destinados.
AGUA SOCARRADA, ELÍPTICA TRAVESÍA:
Analizo la luz en tu mirada,
leo flagrante tu alma.
Horno de fuego lleno,
como pisar un abrojo
y blando sabor degustar,
estampido del trueno atribuyo,
rebelión venciendo,
ya se escuchan rumores sordos,
precursores de tempestades.
Torrentes sin cauce
la turba desemboca a mi senda,
yo soy como las vigas de Himeto
no preguntes más.
Que ya mi amada labra la columna
que me cincela.
Heredero he sido de cuanto he servido.
El múrice me guarda
servil en mi travesía
por mar Laconio
cielo, inspiración, canto
corre anhelo voraz.
este mi sepulcro reverdezco
hollando lindes,
preguntando a Prometeo,
sin sobornar a Carón resignado,
el Leteo ni descendientes
traspasar mi puente pueden.
Chispeante tu cielo,
su rubor satisfecho oso al por mayor.
Instantes melosos veo
en su colmena de labios.
Mariposas nocturnas,
poso de almas condenadas.
Orados recursos en vigilia
que enseña cátedra tu silencio,
estruendosos llamados
a cosechar en gotas tu alma.
Sólo ordeno, mande sí
pero no me despiertes
porque no conozco ni miedo
para luchar por lo que quiero.
Acoge el cimiento
coloso que ando disponiendo,
prosigo,
póstuma súplica
ésta que logra calmar de Plutón su ira.
Gerión y Ticio
la onda Estigia aplacan.
la raza Danaica no se acobarda
ni su madre Dana
devela el secreto
por el que soy preso
reo capaz de incendiar
abismos que rutilan sombras
si así combato mi incierta suerte
por la que arriesgo sin miedo
de ganarte el cariño.
FIN
El Castellano
III.Réquiem nº 3:
Los últimos signos del viento.
Rige un sol negro
con hoyos donde comienza la oscuridad,
oscura serpiente blande su cuarteada nota
en lira acróstica insubordinada,
es su templanza base poética demencial.
Hablando a solas con mi interior
surge diáfana voz por derredor,
voz en alma condenada
por ver hondas raíces rugir,
en estruendo llamadas
hacia raudo cardinal.
Sola voz sin resquicio templado
del sonido en sí bemol,
se erizan ascuas en pavesas a un viento
feraz.
Se acuchillan las osadías
que germinan en tierra de nadie.
Inusitado fervor asolado,
por espadas alzadas en manos,
guerra al silencio feroz.
Pudieron dar las tres de la madrugada
y un escarabajo voló.
Una hoja partió,
hija de la soledad aclamada,
con caracol sonoro hueco.
Es un solo de cuerda
y alma destensada,
una melodía por la sangre olvidada,
un réquiem por toda vida
finalizada
en sones de grillos
danzando con tenebrios,
y lúgubres venas enraizadas
por tercera y última vez.
Una sinfonía donde yace el silencio
y yaga la umbría luz
desertora en mundanal zozobra.
Pasa, danza, planea
febril verde mosca en formol montada.
Es mi dicha aplastarla
y quedar en vigilia taciturna,
hasta rendir aspas
y acostar la sangre
ya nunca más esquiva.
Hasta ver las flores rendirse
con mi cuerpo.
Förüq en 16-10-2018
FINAL
Miguel Esteban Martínez García
Pseudónimo: El Castellano, Förüq
Tabla de contenido
XII. Albo espíritu azogado: 29
XVI. LA UNA DE POLVO: Se podan mis recuerdos 58
XVII. Desde que vine a vivir: 63
XVIII. Siembra del pensamiento: 65
XIX. Desde que vine a vivir: 66
XXIII. Guardería de estrellas: 79
Descendiente fulgor entre grises sienes, 83
XXV. OSADÍA EN TRAJE: Aguzaré en ramas de viento, 84
XXVI. Luna trece: Luna plateada de mi cielo, 87
XXXI. EXTASÍA FUERA DEL TIEMPO: 100
XXXII. Luna de lobo: Luna sempiterna 102
XXXIII. Criaturas en el alba: Alba marcada sin aurora, 105
XXXV. Frontera de la letra: 109
XXXVIII. NOCHE LÚGUBRE Y UMBRÍA: 20 septiembre 2011 120
XXXIX. Ruido en el silencio: 122
XLII. CEPAS DE UN DÍA: Sangre que tiene bordes, 134
XLV. IRIS EN OJO DE SANGRE: 144
XLVII. DENSO HALO NOCTURNAL: 151
XLVIII. TU AGUA CIEGA (SANGRE) 155
XLIX. MEMORIAL VETUSTO: Despierto mi criatura; 157
- CORNUCOPIA DE ESPEJOS SEVEROS: Manso río de tu frente 158
- SOPLO DE CONJURO: Veo color de certeza, 159
LII. LUCIENTE LLAMA: Escita levantas, 161
LIII. AGUA SOCARRADA, ELÍPTICA TRAVESÍA: 164
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